Jazz en tiempos de crisis política y social

Me tomé la libertad de trascribir y traducir el discurso que dio Irina Bokova, la Directora General de la UNESCO, en la celebración del Día Internacional del Jazz 2016, en la Casa Blanca, porque me pareció sumamente pertinente compartir sus ideas tanto en inglés como en español, en esta época de crisis política internacional.

Obama es de los pocos líderes del mundo que apoya el jazz, lo cual demostró durante su mandato, al abrir las puertas de Casa Blanca a músicos tremendos de todo el mundo. Irónicamente, los últimos días he visto publicaciones de gente involucrada con este género que está hasta cierto punto cuestionando la posibilidad de que Trump no sea un líder tan malo, lo cual me horroriza hasta los huesos. El nivel de propaganda de este monstruo está aprovechándose del poco nivel de información de las masas, y está justificando actos de injusticia y violencia por todo el mundo.

Si algo aprendí a lo largo de mis estudios es el impacto de los mensajes a través de los medios de comunicación. No comprendo a aquellos que olvidan lo que sucedió gracias a la propaganda de Goebbles y Hitler, quienes volvieron al fascismo la estructura normal de un estilo de vida. Y no sólo eso, sino que decepcionaron a los músicos que les apoyaron en un inicio, quienes creían que el totalitarismo forzaría a las masas a escuchar la música compleja de los compositores del siglo XX. Sin embargo, la respuesta fue otra: se abrió una fuerte propaganda en contra de los artistas. Se tiraron cuadros que fueron considerados amenazas al sistema dada su naturaleza “incomprensible”; lo mismo pasó con la música. Al jazz le fue muy mal, pues le consideraron música degenerada, una blasfemia cultural, sobre todo por haber sido creada por negros. A los nazis les disgustaba la “informalidad” de la improvisación, pues para ellos era la “antítesis” de la alta cultura, ¿irónico que ahora se diga que el jazz es música de clase alta, huh?

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Hoy, que estamos en una carrera prácticamente imposible de ganar, en la que el villano tiene el poder para embarrar su imagen por todos lados, considero que artistas y periodistas debemos levantar la voz, como en su momento lo hicieron los grandes representantes de este género musical y algunos activistas que llegaron a morir por la causa. Aprovechemos que existe el Internet. Yo, que mi tema es el jazz, no permitiré que se olvide que esta música no sólo es una demostración impresionante de la belleza creativa y emocional del hombre, sino que también ayudó a construir un discurso en pro de la paz, la integridad de todo ser humano, la libertad y el diálogo.

Ornette Coleman

Cuenta Billie Holiday en su biografía que en su gira con una orquesta de músicos blancos, ella era la única que no podía entrar a hoteles o comer en los restaurantes, por su color de piel. Platica que una cantante blanca la trataba de una manera ofensiva; la orquesta llevaba a las dos por aquellos foros que no permitían que gente negra hiciera presentaciones. Un día tampoco permitieron que la cantante blanca entrara a un show, por el simple hecho de ser mujer. Nina Simone se desgarró la garganta para hablar de libertad, Bessie Smith murió porque no recibió atención médica debido a su raza; a Ornette Coleman no lo dejaban trabajar más que como limpiador de pisos. Tantos ídolos que fueron aventados por la ventana a manos de una sociedad más parecida al infierno. Tanta lucha, aquellas voces de libertad, Malcolm X y Martin Luther King, el mismo Ornette Coleman cuando propuso la armolodía como una metáfora de la igualdad entre hombres; todos aquellos dispuestos a sacrificarse por el bien de una humanidad con valores, y hoy así de simple llega Donald Trump con su discurso que violenta cualquier tipo de armonía entre seres humanos. ¿Por qué demonios lo permitimos? No sólo me refiero a quienes votaron por él, sino a quienes justifican su presencia en el poder, con la mano en la cintura y los ojos cerrados.

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Si algo nos distingue de otras especies es nuestra capacidad de pensar y, quizás, de amar. Queridos lectores, dejemos de actuar como bestias, marcando territorios, señalando a otros, enorgulleciéndonos o menospreciando nuestro color de piel, orientación sexual, género… La heterogeneidad es una de las razones por las que somos maravillosos, como el tigre blanco, el tigre de bengala… y todos esos felinos. En un mundo post guerras mundiales, nadie tendría por qué sentirse superior a otro, más que para demostrar una inmensa imbecilidad.

Los invito a leer, escuchar este discurso y compartirlo. Ojalá existan más políticos que apoyen el jazz, no sólo por ser extraordinario, sino por todo el espectro discursivo que se le atribuyó a través de toda una historia de belleza y desgracia.

Discurso de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, en la quinta celebración del Día Internacional del Jazz, en la Casa Blanca, en el 2016.

“Qué tarde tan increíble. Señor Presidente, invitados distinguidos, me siento muy honrada de estar aquí con ustedes hoy. Muchas gracias, señor Presidente, por invitarnos, abrir la Casa Blanca para esta quinta celebración del Día Internacional del Jazz. Esta noche ciertamente la Casa Blanca se ha convertido en un club de jazz, una casa del blues; como usted lo dijo, la parte más importante para nosotros es celebrar el jazz como un diálogo en la cultura. Es derechos humanos, es una petición de libertad, y de dignidad humana.

El jazz nació en este país pero ahora está viajando por todo el mundo, ha ayudado a moldear el espíritu americano y ahora está con toda la gente, en todo el mundo. Y no sólo por esto es que el jazz es una gran música. Es porque el jazz acarrea valores fuertes, el jazz es sobre libertad, sobre coraje. Renovándose a sí mismo cada vez que es tocado, y eso nosotros lo vemos durante cada minuto de esta velada.

El jazz es sobre derechos civiles, es dignidad civil. Fue la música de la lucha en este país y yo diría que más allá. Pero el jazz también es sobre diversidad. Desde sus raíces en África, el Caribe, Europa y otros lugares. Y a través del jazz aprendemos de la discriminación, del racismo, pero aprendemos sobre el orgullo y la dignidad. A través del jazz improvisamos con otros, trabajamos mejor juntos, en diálogo y respeto. El jazz, creo, toca nuestros corazones y almas e influencia la forma en que pensamos y nos comportamos. Es por esto que la UNESCO creó el Día Internacional del Jazz.

Y creo que esto es algo que compartimos con Estados Unidos, la convicción de que debemos nutrir y aprovechar juntos el poder de la herencia, la educación para promover valores universales. Porque la cultura y los derechos humanos van de la mano y aquellos que buscan fragmentar la humanidad siempre comienzan con la cultura; en respuesta, debemos cantar, debemos escuchar y debemos compartir aún más cultura, herencia e ideas, y recordar los sonidos de cientos de tambores tocados en Congo Square* en Nueva Orleans. El primer año que celebramos el primer Día Internacional del Jazz fue el 2011, y creo que todavía están aquí los tambores de Congo Square, hoy, aquí en la Casa Blanca en el sonido de artistas en todo el mundo, juntos, unidos, cantando por la paz, por la libertad y por el respeto.

El jazz es sobre todo esto, y es por esto que la UNESCO se mantiene, y nos sentimos honrados de compartir esto con ustedes, en los Estados Unidos, y con el mundo.

Gracias, señor Presidente, es un gran honor estar aquí con usted esta tarde. Gracias.”

*Congo Square (1817) fue un espacio en el que se permitió reunirse a los esclavos. Ahí ellos decidieron, cantar, hacer música. Elaboraron ritmos complejos improvisados: las primeras formas de jazz.

Speech of the Director General of Unesco, Irina Bokova, at the Fifth Celebration of the International Jazz Day at the White House in 2016:

“What an incredible evening. Mr. President, distinguished guests, I’m very honored to be here with you  this evening. And thank you very much Mr. President for having us, opening the White house for this fifth celebration of the International Jazz Day. Tonight indeed the White House has turned into a jazz club, a blue house; as you said, but what is most important for us is that we celebrate jazz as a dialog among culture. It’s human rights, its quest for freedom, and for human dignity.

Jazz was born in this country but now is traveling all around the world. It has helped shape the American spirit and now it is own by all the people, all over the world. And this is not only that jazz is a great music. It is because Jazz carries strong values, jazz is about freedom, about courage. Renewing itself every time it is played. And we will be seeing it with every single minute in this evening.

Jazz is about civil rights, is civil dignity. It was the soundtrack of struggle in this country and I would say beyond. But jazz is also about diversity. Thriving on roots in Africa, the Caribbean, Europe and elsewhere. And through jazz we learned about discrimination, about racism, but we learned about pride and dignity. Through jazz we improvise with others, we lead together better in dialogue and respect. Jazz I believe touches our hearts, and souls and influences the way we think and behave. And this is why UNESCO created the International Jazz Day.

And I believe this is something that we share with the United States, the conviction we must nurture and harness together the power of heritage, education to promote universal values. Because culture and human rights go hand in hand and those who seek to fragment humanity always start with culture, in response we must sing, we must listen and we must share even more culture, heritage and ideas, and I remember the sound of hundreds of drums playing on Congo Square on New Orleans. The first year we celebrated the International Jazz Day in 2011, and I think is still here the drums of Congo Square, today here in the Withe House in the sound of artists from all over the world together, united, singing for peace, for freedom and for respect.

This is what jazz is all about, and this is what UNESCO stands for and we are honored to share this with you in the United States, and with the world.

Thank you, Mr. President, it is a big honor to be here with you this evening. Thank you”.

Fuentes:

Generation War and the Swing Kids. Obtenido el 21 de noviembre, 2016, desde: http://www.cliomuse.com/generation-war-jazz-and-the-swing-kids.html

Discurso de Irina Bokova, Jazz at the White House, obtenido el 21 de noviembre, desde: https://www.youtube.com/watch?v=9upB10NUgJ8 (minuto 51:51)

Ritz, David (2006). Lady Sings the Blues. Billie Holliday with William Dufty. Harlem Moon: Estados Unidos.