Hiromi Uehara: Una vida de cazar tesoros

Por: Estefanía Romero

Sin palabras. Les comparto la entrevista que realicé a mi ídolo: Hiromi Uehara.

Versión corta para Milenio

¿Cómo te sientes?

Bien, muy bien. Esta es una de las grandes ciudades para ir. Creo que la audiencia mexicana es muy poderosa.

¿Cómo experimentas la música como compositora e improvisadora?

Me he dedicado a componer desde que tengo seis años. Estudié composición a una edad muy temprana. Era como tener un diario, ¿sabes? En vez de escribir en un lenguaje, escribía música. Es una cosa muy natural para mí. Es algo por lo que tengo una pasión. Siempre estoy buscando por algo que pueda ser música porque quiero escribir. Y estoy muy feliz cuando encuentro algo, puede ser lo que sea, puede ser un horizonte hermoso, una conversación que tengo con la gente. No tiene que ser algo súper dramático. Siempre trato de escribir música sobre cosas nuevas.

¿Sobre qué escribe un niño en la música? (Hiromi sonríe con esta pregunta)

Una de las canciones que escribí cuando era muy pequeña fue… el título es Por qué no pueden volar los pollos. –Nos soltamos a carcajadas-. Porque todas las aves pueden volar, pero los pollos no pueden volar y siempre me preguntaba cómo se sentían. Mira a todas esas aves, simplemente vuelan lejos, pero los pollos no. ¡¿Por qué?!

Es una gran pregunta.

Sí. Todo viene de la curiosidad.

Otra gran pregunta que me he hecho sobre ti… La mayoría de los músicos comienzan aprendiendo música clásica, tú tuviste la oportunidad de aprender también sobre los tantos mundos del jazz, pero, ¿cuándo tuviste la oportunidad de aprender rock progresivo? Porque es muy claro en tu música. ¿Cómo llegó a ti y cómo lo sentiste?

Cuando crecía escuché muchos tipos de música distinta. La primera música que escuché fue cuando tenía seis años, fue música clásica. Y después, cuando tenía ocho, mi primera maestra de piano resultó ser una gran fan del jazz, así que me hizo escuchar a Errol Garner, Oscar Peterson, así fue que a los ocho años me encontré con el jazz. Después, en la adolescencia, tuve amigos que escuchaban rock británico, rock americano, y por eso fue que comencé a escuchar rock, soul, folk. La mayoría de las veces que encuentras música -en los años pasados, no ahora-, es porque alguien cerca de ti ama y siente una gran pasión por algo y te dicen “deberías escuchar esto”. Entonces escuchas. Alguna de la música que me recomendaron mis amigos realmente tocó mi corazón, alguna no lo hizo. Pero cuando me encontré con el jazz, fue como “Wow!”.

Voy a la tienda de discos y, por supuesto, quiero saber la historia del artista y trato de escuchar por qué clase de trabajos ha pasado y de ahí te introduces a su árbol. Por ejemplo, George Duke. Conocí la música de George Duke, me enamoré de ella, amaba cómo tocaba, entonces estuve investigando lo que él había hecho con su vida, entonces llegué a Frank Zappa. Decidí escuchar el Mothers de Zappa, y amé su música. Después comencé a escuchar más de él. Después viene Vinnie Colauita, ¿sabes?

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Por supuesto.

Todos estos músicos increíbles. Es una locura, un camino sin final cuando se trata de aprender sobre música. De alguna manera es diferente. La música es música para mí. Se expresa de distintas maneras, se toca en distintos lugares. A veces algunos lugares restringen la audiencia porque la música clásica sólo se toca en salas de concierto; tal vez algunos chicos se sienten tensos de ir a escuchar jazz porque el jazz es de los jazz clubs. Es difícil para algunas personas tener el coraje de ir a un club de jazz. Por eso es que disfruto tocar en recintos distintos. Así conoces audiencias que aman la música igualmente.

En verdad quiero que me platiques sobre tu experiencia de haber conocido y aprendido de Oscar Peterson. Creo que eso es increíble.

Oscar Peterson. He estado escuchando su música desde que tengo ocho años. La razón por la que tuve la fortuna de conocerlo… creo que cuando yo tenía 13 o 14, hubo un concierto para niños que estudiaban en Yamaha y ahí había chicos de varios países. Fue en Japón, y ahí había un niño de México, de hecho él vino anoche a mi show y me dio una foto de hace 22 años, no pudo saludarme, sólo me dio la foto, y ahora debo buscarlo. Había chicos de Malasia, Indonesia, Europa. Había un estudiante que vino de Canadá y había un maestro que vino con él… (en Japón, especialmente en mi ciudad, no hay oportunidad de hablar inglés. ¿Sabes? Japón consiste en su mayoría de gente japonesa que sólo habla japonés) y yo estaba muy emocionada de haber conocido a alguien, por primera vez, de Canadá.

Para mí Canadá es igual a Oscar Peterson. Cuando yo dije “hola, soy Hiromi”, el maestro del staff de Yamaha Canadá dijo “hola, soy de Canadá”, yo no hablaba mucho inglés. Pero dije: “Wow! ¡Eres del mismo país que Oscar Peterson! ¡Qué afortunado!”. Comenzó a reír. Creo que me preguntaba cuánto amaba yo a Oscar, pero le entendí como un 20%. Después el traductor le habló de todo mi amor, del ídolo que es para mí. Después él (el profesor) mandó mi música a Oscar, porque conocía a algún contacto suyo.

Así que cuando yo tenía 14 recibí una carta de Oscar diciendo que escuchó mi música y para mí… ¡no podía! ¡Es maravilloso! ¿Sabes? Para mí es como… Ser un futbolista de soccer que recibe una carta de Maradona. Todavía recuerdo ese momento. Jamás creí conocerlo en persona.

Lo conocí cuando me mudé a los Estados Unidos, a los 20, por ir a la Berklee College of Music. El mismo staff de Canadá me dijo “si algún día vas a Toronto por un fin de semana podemos pedirle una cita a Oscar”. Hubo un día en que pude ir a Toronto, y ellos lo organizaron. Fui muy afortunada de conocerlo en persona. Después obtuve su correo electrónico, nos escribimos un par de veces. Después en el 2006 abrí su gira en Japón. Nunca olvidaré verlo del otro lado del escenario: verlo, tocar. Es muy raro cuando ves a tu ídolo frente a ti. Fue una experiencia muy emocional para mí.

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¡¡Esto es muy emocionante para mí!! Es un gran honor estar aquí contigo.

¡Gracias!

Creo que tu música es en absoluto brillante, tienes una personalidad propia. Eres ya un gran ícono de la historia de la música. Tiendes a unir –como cualquier músico profesional- los aspectos técnicos de la música con la intuición, pero también eres muy creativa. Puedes levantarte y tocar las cuerdas de tu piano para crear un sonido desconocido. Todo eso se ve tan orgánico en ti, para el mundo de la música es muy interesante. La pregunta sería: ¿Cómo es que un músico moldea su propia identidad?

Tú formas la originalidad. Creo que la música, especialmente la improvisación, es bastante similar a hablar un nuevo lenguaje. Como cuando eres un bebé, casi no usas palabras. ¿Cómo puedes usar ese lenguaje? Copias a tu madre, a tu padre, o a quien sea con quien creciste. Entonces comienzas a hablar como esa persona. Creces un poco y haces amigos en el jardín de niños, después hablas palabras de otros niños que crecieron con otra familia. Luego vas a la primaria, secundaria, universidad, haces tantos amigos de distintos contextos, entonces te equipas con más palabras. Y es muy importante saber el tipo de palabras que quieres perfeccionar porque debes elegir. A partir de cierta edad debes elegir: ¿quiero hablar como esta persona? No. ¿Quiero hablar como esta persona? Sí. Cuando dices que sí, copias de nuevo, y sigues haciéndolo con gente cercana, lo sigues haciendo hasta que son tus palabras. Y así es como improvisas.

Por supuesto, mis primeras palabras de improvisación vinieron de Errol y Oscar. Luego creces más, escuchas a Keith, Herbie, Chick… a muchos, muchos, como Red Garland, Tommy Flanagan; incluso como Sonny Rollins, Clifford Brown. No sólo pianistas, sino distintas formas de hablar. Y cuando escuchas algo que te gusta, deseas que fueran tus palabras, las tomas prestadas, y las tocas tanto, hasta que se convierten en tuyas. Y si lo sigues haciendo es difícil encontrar a alguien con el mismo gusto que tú. Es casi imposible, tienes que hacer un clon de ti. Entonces, si te mantienes haciéndolo, con sed de vocabularios y si tienes hambre de música, creo que puedes ser original.

Otra cosa es cuando interpretas. Para mí, la curiosidad es todo. Constantemente pienso en por qué los niños juegan con juguetes. Un adulto les dice que pueden jugar con ellos y se pone a platicar. Pero los niños pueden jugar con una sola caja, ¿por qué? Porque no saben que no es un juguete. Puedes creer que es un juguete y entonces lo es. El jazz es así. Debes ser lo suficientemente curioso en encontrar algo que puedas utilizar, algo que te emocione. Debe emocionarte tu música.

Esta pregunta es del compositor mexicano Miguel Almaguer, para ti: ¿Cómo concibes el sonido en relación al espacio? Me recordó que John Cage, por ejemplo, estaba más interesado en el sonido que en notas en particular. ¿Cómo contestarías eso?

El piano es algo difícil porque no tienes espacio. Con los cuernos (de aliento), debes respirar; para cantar debes respirar. Necesitas espacio para inhalar y exhalar. Pero para el piano sigues tocando mientras no estés cansado.

Siempre intento cantar cuando toco. Canto cada melodía para que esta pueda tener una respiración natural con todo mi fraseo. Cuando decido no respirar, que es otra arma que tienes como pianista (porque debes utilizarla como pianista) es diferente a hacerlo sin pensar. Porque cuando estás tocando sin pensar es mejor tener espacio; pero sólo sigues tocando porque quieres hacerlo y es diferente. Creo que siempre es importante estar consciente de lo que quieres como músico. Cuando ocupo el espacio, personalmente me gusta que mi música sea cantable. ¿Sabes? Mi melodía es muy importante, todo viene de ahí.

Cada título de tus álbumes expresa algo alucinante. Las metáforas… quiero decir: Another Mind, Brain, Spiral, Spark, etcétera. ¿Cómo llegas a ellos? Háblame de la experiencia de decidir cada título en relación con tu música.

Depende del álbum. La mayoría de mis títulos de álbum vienen del título de la canción que creo que más lo representa. A veces la canción viene primero, a veces el título viene primero. Podría dar el ejemplo de Spark, mi último disco: El título vino primero porque quería escribir música acerca de un soundtrack imaginario sobre una historia que comienza con una sola chispa.

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Sobre tu proyecto en trío. Tienes un contrabajista que viene del mundo del jazz, y tienes un baterista que viene del mundo del rock. Es increíble lo que están haciendo juntos. ¿Cómo decidiste, cuándo dijiste “voy a hacer este proyecto y tiene que ser específicamente así”?

Primero que nada, nunca pensé “voy a tocar con un músico que viene del mundo del jazz o del rock”. Nunca consideré a Simon Phillips un baterista de rock, para mí es sólo un baterista que tiene una comprensión impresionante de varias cosas. Esta es la clave: Necesito un músico que comprenda todos los tipos de música, que disfrute del mismo modo todos los tipos de música, y que sea capaz de tocar. Anthony puede tocar lo que sea. Simon puede tocar lo que sea. Son maestros. Entre más me embarqué en su sonido y el tono que cada uno tiene, sentí que sería un sueño, y por eso decidí hacer un trío con ellos.

Quiero agradecerte, de manera personal. Creo que eres una gran representante de la humanidad, porque el arte es muy importante, y lo que tú haces es sublime.

Creo que es una vida de cazar tesoros. Estoy como en una gran montaña o en un gran desierto. Siempre buscando tesoros en cuestiones de cómo tocar, y en el hecho de conocer músicos; así como conocí a Simon y Anthony. El año pasado conocí a este arpista de Colombia. Su nombre es Edmar Castañeda, lo conocí en Montreal. Cuando encuentras a alguien que desde el inicio te hace sentir “wow!”, y que te hace sentir que existe una conexión, pues pueden hablar el mismo lenguaje; eso fue lo que sentí con Simon y Anthony. Wow, ¡este arpista! Compartimos la misma pasión, hablamos el mismo lenguaje, aun cuando ni siquiera hemos hablado, estamos destinados a tocar juntos. El mundo se detiene alrededor de ti por un segundo. Así hicimos un par de shows en Nueva York. Fue mágico.

Creo que la vida de un músico es sobre trabajar duro todos los días para encontrar sus tesoros. Es hermoso cuando encuentras tu tesoro; puede ser un músico, puede ser un show. Cada año siento que puedo expresar más cosas y compararme a cinco años atrás: estoy equipada con más vocabulario en música y es muy similar al crecimiento del ser humano. Espero ser cada vez más sabia mientras envejezco. Mientras no dejes de cazar tu tesoro, creo que se hará realidad.