Beyoncé: antes y después del jazz

Por: Estefanía Romero

Banda militar: antes del ragtime, antes del jazz

En “Beychella”, el increíble concierto de Beyoncé en Coachella 2018, que tanto ha dado que decir, se encuentran los antecedentes y los bisbisnietos del jazz. Para empezar, porque su instrumentación y estilos predominantes están guiados por la idea de una banda militar. La misma cantante indicó en algún punto que ella se dedicó a estudiar la historia, dando a entender que se refería a la de los afroamericanos. Me parece muy claro que, si no me equivoco, entonces todo comienza desde este punto. Vamos a revisar la historia…

Es muy común hablar del ragtime como un antecedente y elemento directo del jazz. Lo que muy pocos libros nos dicen es que el ragtime surgió de la banda militar.

La Nueva Orleans del siglo XIX, no sólo se formó desde una influencia africana. Europa también se manifestó en América a través de las casas de ópera, músicos urbanos, bandas de alientos, orquestas de cámara y, como indica la tradición de la banda militar francesa, muy al estilo John Philip Souza (1854-1932), quien “ejerció probablemente la influencia más fuerte en el jazz” (Christopher Meeder, 2008, p. 22).

La banda de Souza fue muy popular también durante el siglo XX; esta estuvo formada por los mejores músicos europeos y despertó sus mejores habilidades; su repertorio contempló marchas, cuyas melodías fueron abordadas por trompetas,  contrapunteadas con trombones y ornamentos de clarinetes y piccolos. Otras bandas de Nueva Orleans solían llevar la misma alineación, excepto por el piccolo.

 

John Philip Souza (1854-1932) y su banda.

El primer ragtime surgió de un proceso de improvisación,  además de canciones populares del repertorio de las marchas y ópera ligera, que fueron adornados y alterados o “ragged” (enfurecidos) por los pianistas; “el resultado fue una melodía altamente sincopada en la mano derecha, sobre un bajo estable del estilo marcha” (p. 24). Hacia la mitad de la década de 1890, compositores como Scott Joplin, James Scott y Joseph Lamb, fueron quienes formalizaron dicho estilo musical. Además, aquel proto-ragtime también tomó la misma forma de la marcha.

 

Beyoncé con su banda y demás performers.

Aun así, no todo es marcha militar, sino que la instrumentación se lleva y encaja hacia otros estilos, que contemplan una riqueza y versatilidad rítmica impresionante.

El minstrel y la canción popular

La canción popular americana nació durante el siglo XIX, como la catarsis de un escenario de fascinación hacia la cultura afroamericana y racismo exacerbado. Hacia la segunda mitad de este siglo fue que muchos juglares que viajaban en tropa se hicieron populares. Los shows que daban eran originalmente blancos que parodiaban a negros, al pintarse la cara, actuar y crear estereotipos a través de la comedia. En algún punto, los negros se integraron y comenzaron a generar su propia burla hacia los blancos que “intentaban” recrear los comportamientos afroamericanos; el minstrel (traducido como “juglar”), eventualmente se convirtió en un concepto y una carrera viable para músicos, actores y performers negros con talento en aquellos tiempos.

 

Fuente: https://www.konbini.com/ng/entertainment/music/baton-soloist-beyonces-coachella-performance-nigerian/

Ahora, si bien el show de Beyoncé se dedicó todo el tiempo a enaltecer la cultura afroamericana, también incluyo actuaciones, bailes y acrobacias, cuyo origen viene desde la época del minstrel en Nueva Orleans.

“Quería una orquesta negra. Quería los bailarines, necesitaba los vocalistas. Quería personajes distintos. […] Las cosas que estos jóvenes pueden hacer con sus cuerpos y la música que tocan. Los tambores, los cortes de pelo, los cuerpos… Es impresionante. Tienen todo ese estilo, maldición. Es hermoso y me enorgullece”, comentó Beyoncé durante Homecoming, el documental que sacó Netflix sobre el proceso de producción del concierto para Coachella.

 

 

Trap y hip hop: después del jazz

Los otros géneros dominantes del show fueron hip hop y trap.

Se trata de los últimos géneros con un trasfondo de subcultura, sobre la línea que comenzó a dibujar el jazz en la historia, hasta ahora. Ambos, hijos directos de la fórmula en cuatro tiempos que inició Louis Armstrong en los 30, surgieron también en culturas afroamericanas marginadas.

El hip hop nació durante los 70 en Nueva York, como una expresión que permitió a los afroamericanos rebelarse contra las desigualdades, penurias y pobreza. Para estos tiempos, Quincy Jones (compositor, arreglista y trompetista de jazz), ya tenía un nombre importante en el terreno musical y su interés en el hip hop fue de los primeros intentos que llevó al género hacia la industria discográfica y, con ello, la popularidad.

 

Orígenes del hip hop en el Bronx. Fuente: https://casadeculturahiphopdepiracicaba.wordpress.com/2014/02/20/a-verdadeira-historia-do-hip-hop/

También escuchamos trap, un hijo del rap, que vio la luz durante los 90, al sur de los Estados Unidos. Se caracteriza por el uso de sintetizadores, modificadores de voz, una estética oscura y tempos extraños, pues a veces es posible percibir velocidad y lentitud al mismo tiempo.

El recuento

Podemos ver cómo de esta manera, la historia de la música afroamericana es trazada en “Beychella”, desde sus primeros antecedentes, y salta hasta lo último de sus evoluciones, generando así un producto artístico bastante interesante y con un importante trasfondo cultural.

A lo largo del concierto pudimos escuchar una serie brutal de arreglos a las canciones que han hecho popular a Beyoncé. Además de la marcha militar, el hip hop y el trap, también hubo fusiones de samba, funk, reggae, soul, rap, rock, pop, y hasta un reggaetón que no logra volverse molesto, pues es utilizado de forma inteligente y transitoria.

El show incluyó colaboraciones de Jay Z, Solange, J. Balvin y las exintegrantes de Destiny’s Child: Kelly Rowland y Michelle Williams. Además, Beyoncé integró discursos sobre el orgullo africano y la igualdad de género. La música llevó de la mano cada statement, haciéndolo aún más violento, estético y emocionante. ¡De la manera en que se debe hacer el arte!

 

Debemos estar orgullosos de vivir en una época en la que la música popular sigue encontrando la manera de ser interesante, profunda y provocadora; tal y como nos enseñó el jazz que debía serlo.

Homecoming es el nombre del álbum y del documental que salieron tras la presentación de Beyoncé en el Coachella Valley Music and Arts Festival, 2018, el cual convirtió a la cantante en la primera mujer afroamericana en encabezar el festival.

 

Bibliografía:

Homecoming: A Film By Beyoncé. (2018). US: Netflix.

Meeder, C. (2008). Jazz: The Basics. UK: Routledge

 

Fuente: https://tn.com.ar/musica/hoy/beyonce-sorprende-con-un-disco-en-vivo-de-su-show-en-coachella_955842