Por: Ania Paz
#JazzEnElPerú #JazzDesdeLaMiradaDelArtista
Lejos de Lima Metropolitana, en un espacio muy tranquilo y rodeado de belleza natural, reconocidos jazzistas peruanos conviven y comparten con un grupo muy especial de estudiantes: aquellos que con mucha dedicación desean profundizar de manera intensiva en el elaborado lenguaje musical. Se trata del campamento de jazz en Chaclacayo, llamado Peru Jazz Camp.
Pero la convivencia no es sólo musical. En esta iniciativa única, de Ken Ychikawa y Pierre Huarniz, todos se organizan para crear una comunidad autosuficiente, donde existe apoyo mutuo en las labores diarias. Aquí se respira paz, entusiasmo y respeto.
Las conversaciones cotidianas son siempre interesantes. Todos hablan un mismo idioma: la pasión por el jazz. Ken y Pierre facilitan libros sobre esta música, de tal manera que los alumnos leen todo el día, además de tocar y organizar jam sessions espontáneas, para compartir e interactuar con sus maestros.
La esencia de esta experiencia son las actividades para el crecimiento musical; ejemplo de ello son la clase maestra sobre el desarrollo motívico; la clase maestra sobre la evolución del fraseo over-the-bar-line; la clase maestra sobre el interplay; y el desarrollo de un lenguaje propio. Además son importantes las clases particulares de instrumentos, los conciertos interactivos, talleres, ensembles, conciertos de profesores y jam sessions.
El equipo de artistas en residencia de esta tercera edición lo conformamos el guitarrista, bajista y compositor Pierre Huarniz; el baterista y compositor Ken Ychikawa; el contrabajista y compositor Arturo Valdez; el saxofonista, compositor y programador Omri Nuri; el bajista y productor Mirko Lupis; y yo como pianista y compositora.
Ken comenta cómo surge este proyecto:
“Pierre y yo nos conocemos desde hace más de 10 años, y desde entonces hemos tocado y colaborado en diversas circunstancias y formatos. Siempre hemos tenido el sueño de compartir el conocimiento sobre el jazz y la improvisación musical del que nos hemos nutrido a lo largo de nuestro desarrollo y estudio musical. En paralelo, he tenido la oportunidad de ir a varios “retiros musicales”, los cuales han sido experiencias increíblemente especiales. Por último, hemos reunido experiencias diversas de clases privadas, clases maestras, talleres de ensamble, etc., lo cual nos permitió, luego de muchísimas horas de reuniones y planificación, darle forma al primer Perú Jazz Camp en enero de 2018.
La idea era contar con 4 días llenos de clases y actividades educacionales musicales, y que esta experiencia incluyera todo lo necesario para que los participantes estuvieran enfocados únicamente en el estudio, la experimentación y el compartir musical. Así se han dado las 3 primeras ediciones en las que hemos involucrado a músicos de diversos backgrounds, quienes han podido compartir sus perspectivas y expertise. Lo más satisfactorio del camp ha sido ser testigo en tiempo real no sólo del crecimiento artístico de los alumnos, sino del nacimiento de nuevas relaciones artísticas entre ellos que benefician directamente a la escena local”, agregó.
Me siento muy agradecida por la invitación de mis colegas y amigos a participar. Los considero grandes músicos de jazz peruanos y fue un honor para mí tocar y enseñar con ellos.
Ofrecí una clase maestra de jazz y fusión, dicté un taller de armonía moderna y clases particulares de piano, y dirigí un ensemble. Fue muy emocionante escuchar mi composición “San Pedro de Macorís” ejecutada por los alumnos.
Fue especialmente significativo contar con la presencia del estudiante Gonzalo Figueroa, a quien conocí en la clase maestra que dicté en el Centro Cultural Norteamericano de Arequipa, y quien se trasladó desde su ciudad para ser parte del Perú Jazz Camp. Es importante que la iniciativa alcance a estudiantes de todo el país. Estos son los comentarios de Gonzalo: “El campamento fue genial. Hasta ahora es una de las mejores experiencias musicales que he tenido. Me siento muy agradecido por todos los contactos y grandes oportunidades.”
*Foto de portada: Pierre Huarniz.
