Eugenio Toussaint revive en la voz del Quinteto de Alientos de Bellas Artes

Por: Estefanía Romero

Ya era justo enfrentarnos a nuevos repertorios. El Quinteto de Alientos de Bellas Artes presentó obras de compositores latinoamericanos que exploraron la oscuridad del modernismo europeo y parte del folklore de sus orígenes.

Sin decirlo con palabras, esta presentación significó una oda a la gran influencia cruzada entre la música clásica del siglo XX y el jazz. Los estímulos innovadores en ritmos y armonías de Bartók o Stravinsky se inyectaron en las venas de autores latinos y vinieron a saltar al Templo de la Compañía de Jesús.

El repertorio incluyó obras del brasileño Oscar Lorenzo Fernández (1897-1948), cuyo recorrido devino de exploraciones hacia distintas eras de la música: ópera, poemas sinfónicos, ballet, conciertos y canciones.

El tema “Jazzeando”, del mexicano Manuel Enríquez (1926-1994) fue sólo un fragmento representativo de la búsqueda de este personaje en la música contemporánea.

Se presentó “Momo” del pianista y compositor Eugenio Toussaint (1954-2011), a quien México debe mucho sus primeros verdaderos acercamientos al jazz, además de sumergirse en la música de cámara.

Más adelante se interpretó “Wapango” de Paquito D’Rivera (1948). Si bien he aplaudido toda la vida la carrera de este músico como ejecutante e improvisador, he tenido mis reservas ante su composición. Sin embargo, el tema de ayer me hizo considerar que las obras de Paquito se sostienen con más facilidad cuando son cortas. Este tema fue lindo, claro, un híbrido de huapango y armonías de jazz, con el estilo inconfundible de Paquito; es conciso, llega al grano y transmite lo que debe transmitir.

Aplaudo la exploración a estas músicas tan abandonadas. Además, fue de verdad un viaje onírico encontrarme con obras postmodernas en un recinto religioso que, en otras épocas, fue representativo de la represión creativa e ideológica. Hace algunos años este tipo de expresiones no hubiese tenido cabida aquí; todo lo debemos a la evolución del pensamiento, parte de lo que con fuerza promulga el Festival Internacional Cervantino.

ManuelSánchez/ArchivofotoFIC2019

Crédito de fotografía: Manuel Sánchez, ArchivofotoFIC, 2019