Los posibles orígenes de la palabra “jazz”

Por Estefanía Romero

La palabra “jazz” parece provenir de un espacio místico, pues historiadores, compositores y músicos no se ponen de acuerdo sobre su verdadero origen. Desde esta perspectiva, y a consciencia de que las lecturas en español no nos han ofrecido suficiente conocimiento sobre dicho vocablo, decidí escribir este artículo –construido a partir de mis traducciones–, en cuyo contenido desarrollo las distintas posibilidades, que he encontrado hasta hoy, sobre las raíces del concepto.

El origen africano y circense de la palabra

Según un artículo de Walter Kingsley (citado en Walser, 1999, p. 6), la palabra “jazz” se ha escrito de distintas formas: Jas, Jass, Jazz, Jasz y Jascz; e indica que dicho término es común en lo que fue la Costa de Oro (colonia británica que, al obtener su independencia en 1957, comenzó a llamarse Ghana). Además, señaló los estudios idiomáticos de Nueva Orleans, del escritor Lafcadio Hearn (conocido por introducir el Oeste –de las Colonias en Estados Unidos– a la cultura y literatura de Japón), quien reportó que la palabra “jaz”, cuyo significado era acelerar las cosas para crear emoción, entusiasmo, fue popular entre los negros del Sur, había sido tomada por los dialectos como un término aplicado a la música del tipo rudimentario y sincopado.

Kingsley sumó a esto que, en los tiempos de plantación, durante rituales festivos, se utilizó la expresión “Jaz her up” (algo así como “ponle jaz”), a modo de señal para aumentar velocidad y furia a la diversión. También escribió que la frase “jaz her up” fue común en la jerga del vaudeville y del circo. Cuando un actor necesita inyectarle chispa a su acto, se le da la indicación: “put jaz in” (o “métele jaz”). Más aún, el autor mencionó “Jasbo” como otra derivación, utilizada en los shows de variedades, para nombrar a la baja comedia que raya en la vulgaridad.

 

 

La Razz’s Band

Sin bien, la anterior explicación nos ofrece la más pertinente desde un sentido antropológico, social y lingüístico, también existen otras posturas que compositores y músicos trajeron a la pluma de críticos e historiadores. Una muy importante, la encontramos en James Reese Europe.

Reese Europe fue un compositor y director de orquesta afroamericano, cuya popularidad a principios del siglo XX ha quedado en el olvido con paso del tiempo por culpa de los medios de comunicación, pero no para quienes inhalamos y sudamos historia del jazz. En 1919, el New York Tribune publicó una entrevista (reimpresa el mismo año por el Literary Digest) a James, la cual significó un primer acercamiento a la definición de lo que es el jazz. “La entrevista es, de hecho, la primera discusión publicada de la música llamada “jazz” por un músico negro” (Welburn, 1983, p. 26), y varios académicos le consideran el precedente más importante de lo que hoy conocemos como crítica de jazz.

Europe comenzó definiendo “jazz” como una música cuya denominación era la alteración del nombre de un cuarteto:

Creo que el término “jazz” se originó con una banda de cuatro elementos, la cual existió hace como 15 años en Nueva Orleans, y que era conocida como “Razz’s Band”. Esta banda tenía una composición realmente extraordinaria. Consistía en un cuerno barítono, un trombón, una corneta y un instrumento creado con madera de cinamomo. Este instrumento era algo así como un clarinete y es hecho por los mismos negros del Sur. Es raro decirlo, pero puede ser utilizado únicamente cuando la savia está en la madera y después de unas semanas debe tirarse. Yo mismo intenté utilizarlo pronto en mi banda. Los cuatro músicos de la Razz’s band no tenían la menor idea de lo que estaban tocando; improvisaban sobre la marcha, pero tal era su innato sentido del ritmo que producían algo realmente cautivador. Aparecieron desde los pequeños cafés de Nueva Orleans, de los cuales se graduaron, hasta el St. Charles Hotel, y después de un tiempo en el Winter Garden de Nueva York; sin embargo, durante algunos días, los músicos fueron adoptados individualmente por varias orquestas en la ciudad. De alguna manera, con el paso del tiempo, la Razz’s Band cambió a “Jazz’s Band”, y de esta alteración surgió el término “jazz” (Europe en Walser, 1999, p. 13).

Si bien, la entrevista de Europe dejó más declaraciones importantes para la historia de la música, aquí, por el propósito del artículo presente, me limito a comentar el fragmento que nos acerca a otro posible germen del término “jazz”.

 

Jimmy Reese Europe - Wikipedia, la enciclopedia libre

 

Para diferenciar el ragtime del jazz

“Yo comencé a utilizar la palabra en 1902 para mostrar a la gente la diferencia entre ragtime y jazz”, fueron las palabras del compositor Jelly Roll Morton, en 1938, durante una de sus entrevistas con Alan Lomax (citado en Walser, 1999, p. 18).

Ya muchos seguidores del jazz se han molestado ante la postura de Roll Morton, cuando éste se adjudicó la invención del jazz. Sin embargo, es importante considerar que sí se trató, al menos, de uno de los pioneros en combinar los estilos musicales que dieron lugar al jazz. Además, Roll Morton se esforzó por llevar a la partitura una música que solía ser menospreciada, por sus orígenes tomados en gran parte del folklore afroamericano. Estas situaciones, según muchos historiadores, me incluyo en la postura, le merecen a Roll Morton el caso más cercano a lo que hoy podríamos llamar un “creador del jazz”.

 

 

Raíces misteriosas

La famosa revista The Etude hizo un importante llamado en 1924. Solicitó e imprimió lo que llamó “Las opiniones de los hombres públicos prominentes y músicos”, artículo en que muchos de estos respondieron a la pregunta: “¿Dónde está el jazz dejando a América?”.

Vincent López, quien fue cabeza de la orquesta del Hotel Pennsylvania, en Nueva York, dio una respuesta que, en parte, explica lo que él sabía sobre el origen de la palabra jazz:

Por un largo tiempo, he estado realizando un estudio tanto de la palabra “jazz”, como del tipo de música que esta representa. El origen de la palabra coloquial “jazz” está envuelto en un misterio. La historia de su comienzo, que suele ser más comentada y reconocida por los músicos, tiene que ver con una deformación del nombre “Charles”. En Vicksburg, Misisipi, durante el tiempo en que el ragtime estaba en la cima de su popularidad, y en que el blues estaba ganando favor, existió un baterista de color, con habilidades únicas, que se llamó “Chas. Washington”. Era costumbre que en ciertas partes del Sur le llamaran “Chaz”. Chaz no podía leer música, pero tenía un don para fingirlo, así como un maravilloso sentido para el ritmo sincopado. Era una práctica el repetir el trío de coros de los números populares y, debido a lo pegajoso de las ejecuciones de Chaz, lo llamaron a participar junto a las repeticiones. Al final del primer coro, el líder gritaría: “Now, Chaz!” (“¡ahora, Chaz!”).

De este pequeño comienzo, pronto se disipó el común hábito de distinguir cualquier exageración sincopada como “Chaz” (en Walser, 1999, p. 47).

 

Jazz Problem” debated in classical music magazine - two volumes ...

 

El compositor Clay Smith también contestó al llamado de la publicación. En su aportación señaló, entre otras cosas, la posibilidad de un vínculo entre ciertos bailes y el vocablo “jazz”, para explicar su denominación:

Si la verdad se supiera sobre el origen de la palabra “jazz”, esta nunca sería mencionada en la sociedad educada. […] La palabra vulgar “jazz” circulaba en aquellos sucios salones de baile [conocidos como “Honky Tonks”]. Por lo tanto, para mí, el jazz no parece tener un origen afroamericano, como muchos suponen.

La música primitiva que iba con el “jazz” de aquellos salones de baile de pueblos mineros, es incuestionablemente el antecesor linear de mucha música actual de jazz. Los bailes sumamente vulgares que acompañan algo del jazz moderno son a veces una fuerte sugerencia del origen feo de la palabra (p. 53).

Si bien, Smith aplaude el género, indicando que muchos de sus arreglos son originales y refrescantes, con instrumentación novedosa y encantadora, muestra una verdadera preocupación por su nombre:

“Jazz” nació y fue bautizada en bajos salines de baile, en el lejano Oeste, hace tres décadas. El jazz del presente ha pasado por muchas deformaciones y ha absorbido muchos colores raciales, desde el mismo Sur, desde África, el cercano Este y el lejano Este. Pero ¿por qué estigmatizar lo que es bueno en la música con la inmencionable y baja palabra “jazz”? (p. 54)

Si bien, aquí mencionamos lo que atañe a nuestro tema, no está de más mencionar que otras personalidades colaboraron con la publicación de The Etude, generando un documento importante para comprender las percepciones ante el jazz durante las primeras décadas del siglo pasado.

 

Fuentes:

Kingsley W. (1917) Whence Comes Jazz? En Robert Walser (ed), Keeping Times: Readings in Jazz History (5-7). Nueva York: Oxford University Press.

Welburn, R. (1983). American Jazz Criticism, 1914-1940 (Tesis doctoral). New York University. Nueva York.

Vernon, G. (1919) A Negro Explains ‘Jazz’. En Robert Walser (ed), Keeping Times: Readings in Jazz History (12-14). Nueva York: Oxford University Press.

Lomax, A. (1948). Mister Jelly Roll: The Fortunes of Jelly Roll Morton. En Robert Walser (ed), Keeping Times: Readings in Jazz History (16-22). Nueva York: Oxford University Press.

The Etude (1924) Where Is Jazz Leading America? En Robert Walser (ed), Keeping Times: Readings in Jazz History (41-54). Nueva York: Oxford University Press.