Por: Estefanía Romero
Sabemos que el Festival Internacional Cervantino es un punto de encuentro entre artes y culturas. Este año se luce con una artista israelí que lleva años haciendo carrera en Nueva York y que hoy nos sorprende como cantautora de voz única y pulidísima. Pero prefiero que la conozcan a través de sus propias palabras.
Queridos lectores, les presento mi entrevista con Dida Pelled.
E: Leí una crítica que describe tu técnica en la guitarra como “placenteramente onírica” y “rítmicamente cautivadora”, “el elemento perfecto para tu voz”. Yo no podría estar más de acuerdo. ¿Cómo desarrollaste tu marca como artista?
D: Se trata de seguir lo que amas. Escucho mucha música todo el tiempo y realmente noto que no necesito pensar de más. Es como seguir a tu corazón y tus oídos. Una vez que amas algo, realmente intentar aprenderlo. Te rodeas de eso y entonces se convierte en parte de ti. Creo que cada artista es la combinación de las cosas que ama. Y no tiene que tratarse sólo de música; es sobre conversación, los instrumentos o los sonidos que te gustan. Todo eso nos hace quienes somos. Esto es por un lado.
Por otro… creo que he elevado el control de mi música porque tocó más de lo que canto. Soy más fuerte como guitarrista y eso me da control sobre el sonido. También me ayuda el combinar varios géneros en mi repertorio y grabaciones… todo sale junto como un mundo integrado.
E: ¿Te sientes más cercana a ser una cantante, una guitarrista o una compositora?
D: Soy cantante y guitarrista. Me siento confiada con mi guitarra porque comencé con eso a los 11 años. Empecé a cantar a los 20. Maduré como guitarrista y esos primeros años son muy significativos en la manera que nos identificamos a nosotros mismos. Ahora soy cantante también, pero siento que “la niña que empezó a cantar” existe todavía un poco en mí. Honestamente, cantar me hace tocar mejor y viceversa, no los separaría.
E: Quizás tan sólo es algo orgánico, ¿cierto? Cuando eres una persona musical, cantas. Es parte de ello.
D: Claro. Además, mis músicas favoritas son Nina Simone, Blossom Dearie. La gente que toca un instrumento y canta le da mucha profundidad a ambos instrumentos. Siempre fui muy atraída hacia ello.
E: Los grandes músicos usualmente comenzaron por aprender jazz. Sé que en el pasado estuviste fascinada por el bebop, tanto que entraste a una banda militar en Israel. Cuéntanos.
El bebop fue una fase. No estoy realmente en bebop estos días, aunque siempre lo amaré porque lo estudié tanto y es maravilloso. Cuando yo tenía 15 años entré a una escuela con un muy buen programa de jazz y realmente yo ni sabía en qué me estaba metiendo, sólo lo hice porque me gustaba la escuela y por alguna razón querían que yo estudiara más música. Después de dos meses nos mostraron algo que nos hizo obsesionarnos con el jazz, por tres años no pude hacer más que tocar un buen solo de bebop. Así crecí musicalmente.
Estos días estoy tocando algo totalmente diferente, música más basada en la canción y se trata en realidad de un círculo de géneros… R&B, rock. Creo que ser una música de jazz me ha ayudado a jugar con tantos géneros, no hago tanto swing o standards, pero escucharás que soy una música de jazz y todos los músicos de mi banda son como yo: músicos de jazz que tocan otras cosas. Nos llamamos “los desertores del jazz” porque nos salimos de él; pero me encanta mi cercanía al jazz, te da la habilidad. Para mí hace sentido tocar con músicos que comparten el mismo estado mental que yo.
Sobre la banda militar. Todos a los 18 años en Israel van a la milicia. Es mandatorio. Las mujeres van por dos años, los hombres por tres. Yo audicioné y entré a la banda militar. Fue algo que tuve que hacer y tuve suerte. De hecho fue divertido, viajé por el país para tocar música para los soldados. Eso me llevó a cantar más pop y rock porque a los soldados no les importa el jazz. Teníamos que hacer presentaciones con las que ellos se relacionaran.
E: Te gusta contar historias, lo noto.
D: Exacto. Esa fue la primera razón que me llevó a cantar. Quería contar historias. Me gustaban muchas canciones. Yo quería cantarlas, tocarlas.
E: Empezaste en Israel y luego te mudaste a Nueva York…
D: Después de la milicia cumplí 20 años y me mudé a Nueva York. Obtuve una beca. Me emocionó mucho porque Nueva York es un gran lugar para la música. La escuela fue una gran oportunidad. Son 13 años los que he vivido ahí.
E: Me gusta que le pongas un nombre “desertora del jazz”, porque tienes ciertas canciones, como tu versión de “Folsom Prison Blues” que suena un poco jazzy, pero no lo es … Ya mencionaste que te mueves por muchos géneros (agregaré country, blues, rockabilly…). ¿Cómo explicarías lo que quieres hacer con todas estas facetas?
D: Creo que todo es contar historias… y divertirme con los diferentes géneros que realmente amo. Pasé por todas estas fases, me encantaba el hiphop, amé el rock & roll cuando era niña, y ahora amo la música folk de Estados Unidos. Me rodeo de las cosas que amo y de manera natural comencé a escribir canciones.
Tengo un nuevo álbum que saldrá en el 2022 y eso es lo que estaré tocando en el Festival Cervantino. Se llama Showgirl, escucharás que juega con muchos géneros.
E: Escribí un ensayo de investigación, descubrí que en México, de todos los jazzistas sólo el 3% son mujeres instrumentistas. Pienso que tu visita nos da un gran ejemplo. Tanto como Emily Remler u otras mujeres lo fueron en el pasado…
D: ¿Quieres saber quiénes fueron mis ídolos? Nina Simone, por supuesto. Blossom Dearie, la amo. Ella canta y toca el piano, nada se le parece. Conocí a un bajista, comencé a tocar con él, me mostro a Blossom Dearie y pensé: Wow! Tengo que aprenderme todas las canciones de jazz y cantar como ella.
Y pasé por una etapa por años en la que realmente quise sonar como ella. Estoy feliz de que ya superé eso porque nadie quiere sonar como alguien más, pero hay una edad en la que amas a alguien y quieres sonar como esa persona. Después de un tiempo de conviertes en ti misma, lo cual es una combinación de todas estas cosas.
Amo a Dinah Washington, Billie Holiday, obviamente amo a otros músicos, pero hoy estamos hablando sobre jazz.