Jazz que sabe a zapateado jarocho y dulce norteño: “La Mexicana”

Por: Estefanía Romero

Foto: Naza PF

El compositor mexicano Tonatiuh Vázquez Vilchis y la Orquesta Nacional de Jazz de México, sorprenden en el Festival Internacional Cervantino #49FIC, con una suite original en cinco movimientos, la cual integra son itsmeño (de Oaxaca), son jarocho (de Veracruz), así como huapango y polka del norte de México, entre armonías y otros recursos del jazz, como motivos de swing, bebop e improvisación. 

 

Orquesta Nacional de Jazz – Festival Internacional Cervantino – Naza PF

 

La Mexicana es toda una historia que sube y baja por distintos pasajes. Tiene una capacidad de narrar gran parte de los contrastes y sabores nacionales. Se escucha el zapateado en los ritmos folclóricos que sustentan casi toda la inventiva de esta obra. Vázquez Vilchis también utiliza vías orgánicas entre las músicas que busca fusionar, como la polka, un recurso que naturalmente es punto de encuentro entre las primeras formas jazzísticas y la música folclórica del norte de México.

 

Orquesta Nacional de Jazz – Festival Internacional Cervantino – Naza PF

 

Además, el autor se concentra bastante en armar movimientos de miniensambles dentro de la orquesta, e ir creando variaciones de encuentros entre instrumentos. Cuando realmente se lograba escuchar la orquesta completa, o casi completa, podíamos notar la influencia del gran compositor mexicano Silvestre Revueltas, quien en su tiempo se embebió en la música folclórica para volverla hacia un estilo clásico, pero muy de él.

 

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Me parece que también se manifestó el gusto de autores como Henry Mancini, o Duke Ellington, cuando este compuso La Suite Latinoamericana, un sonido jazzístico de los años 50 y 60, que ya hurgaba mucho en la música clásica, y al cual el compositor Gunther Schuller nombró Third Stream. Recordemos: no es lo mismo la música clásica con tintes de jazz (como la de la Raphsody in Blue, de George Gershwin), que el jazz con tintes de música clásica… aunque sí, a veces la línea es muy delgada.

 

Orquesta Nacional de Jazz – Festival Internacional Cervantino – Naza PF

 

Volviendo a la noche con la ONJM y Vázquez Vilchis, se dieron muchos solos como los que solía planear Dizzy Gillespie en su gran orquesta de bebop; la diferencia es que en La mexicana la base siempre fue algún ritmo de folclor mexicano. Así, la aparición repentina de un protagonismo de flauta, una u otra trompeta, o uno que otro saxofón, así como de momentos de call and response[1], dieron una dosis equilibrada de dinamismo, que nos mantuvo expectantes.

 

Orquesta Nacional de Jazz – Festival Internacional Cervantino – Naza PF

 

Se trató de un concierto equipado con varios de los mejores músicos jóvenes de jazz en el país, quienes no nos decepcionaron: Roberto Verástegui en el piano, Manuel Huizar como flautista (quien también es fundador y director oficial de la Orquesta Nacional de Jazz en México), Diego Franco como saxofonista.

 

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Más allá, se tuvo el arpa del fantástico César Secundino, cuyas improvisaciones fueron de los puntos más emotivos y creativos de la velada. Es un arpista que conoce bien el lenguaje del jazz, pero que además está conectado con su alma latinoamericana. Deja con su ejecución halos de profundidad; es notorio que parte de su identidad es jugar con diseños de impresionismo (un periodo de la música clásica que de hecho estuvo muy marcado por sonidos de arpa, entre otros timbres dulces y oníricos), con lo cual Secundino genera atmósferas narrativas que aluden a las profundidades de la mente.

 

Orquesta Nacional de Jazz – Festival Internacional Cervantino – Naza PF

 

Lucía Gutiérrez es una gran cantante. Sus interpretaciones de temas mexicanos con ormentaciones del lenguaje jazzístico nos dejaron con ganas de escuchar más de sus posibles aventuras musicales. Tuvo ciertos tropiezos en su afinación hacia el inicio de su participación, lo cual fue raro porque si escuchan tanto su desempeño en el grupo vocal Nawi como sus proyectos personales, les encantará lo que Gutiérrez puede lograr, así que el problema quizás se deba a cuestiones técnicas propias de un concierto en vivo. 

 

Orquesta Nacional de Jazz – Festival Internacional Cervantino – Naza PF

 

En este caso, Tonatiuh dirigió su propia obra, así que se asume que podemos escucharla tal y como él quería que fuese expresada.

 

Orquesta Nacional de Jazz – Festival Internacional Cervantino – Naza PF

 

Dentro de todo este horizonte, un gran logro más es que se trata de música mexicana con tonos de jazz y no al revés, de tal manera que casi todo mexicano se puede identificar con la obra y, en efecto, acercarse al tono de sus valores agregados. En general, yo prefiero valorar la obra más en sí misma que por en sus efectos didácticos, pero sí hay un muy fuerte riqueza aquí para impulsar el jazz en nuestro país, y eso que reconocerlo.

 

Orquesta Nacional de Jazz – Festival Internacional Cervantino – Naza PF

[1] Call and response, o “pregunta y respuesta” es una técnica musical en la que un instrumento genera una frase y, justo después, otro aparenta responderle; así sucesivamente, a manera de diálogo. Estas frases en el jazz suelen ser improvisadas.