Por: Estefanía Romero
Foto: R. Román Romero Tapia
Después que Tootie se tomó unos minutos para bromear sobre la imposibilidad de pronunciar mi nombre en inglés, comenzamos una de las entrevistas más interesantes que he tenido la oportunidad de guiar.
Tootie y sus hermanos Jimmy y Percy, formaron una banda llamada The Heath Brothers en 1975, y son reconocidos por haber tocado con personajes como Dizzy Gillespie, John Coltrane, Miles Davis, Thelonius Monk, Wes Montgomery, Charlie Parker, Herbie Hancock, Wynton Marsalis, Stevie Wonder, Diane Reeves, Esperanza Spalding y muchos más.
Entonces… ahí estaba yo con la leyenda viva de la batería, diciéndome, con su hermoso acento afroamericano, fragmentos de su vida…
-Tootie, yo sé que una tarde no es suficiente para que me digas todo lo que has visto y hecho, pero podrías decirme en pocas palabras cuál es la historia del jazz desde tu perspectiva.
–Te lo diré. Esta es la historia de mi familia y yo. Mi padre era un mecánico de automóviles, los arreglaba, pero su hobby era el clarinete, lo amaba. Solía tocarlo en una banda de marcha en el vecindario donde crecí; tenía domingos de desfile y durante el verano tocaba por las calles.
Cuando yo era niño lo escuché practicar durante fines de semana las marchas de John Philip Souza, que creo que a todos nos son familiares [el ragtime es una evolución de estas marchas]. Aquí está la cosa: en lunes él llevaba el clarinete a la casa de empeño y obtenía dinero por él, lo dejaba toda una semana ahí y lo volvía a sacar el sábado para practicar. Hizo eso hasta que finalmente lo perdió.
Para mí, crecí sin el clarinete. Lo escuché, pero crecí sin él. Mi hermano Percy, el mayor, era violinista; y mi hermano Jimmy estudiaba saxofón y tenía un maestro que solía ir a la casa una vez a la semana para enseñarle a tocar.
Mi hermano mayor, aprendiz de violín, no supe quién fue su maestro porque eso fue mucho antes de mi tiempo. Sin embargo, él dejó de estudiar, porque decía que “con un nombre como Percy y cargar un violín de la escuela a la casa… eso no era muy popular”. En aquellos tiempos se creía que “Percy” era un nombre extraño, que generaba homofobia. Percy con un violín, era demasiada presión para él.
–¿Un instrumento para mujeres, cierto? (Durante las primeras décadas del Siglo XX, se creía en Estados Unidos que instrumentos como piano y violín debían ser tocados por mujeres, mientras que los alientos eran instrumentos para hombres).
–¡Así es! Entonces él dejó de tocar. ¡Se detuvo! Luego pasaron algunos años, entró a la milicia y se volvió lo que históricamente llamamos “Tuskegee Airman”, Tuskegee es una universidad en Alabama. Se le llamó “Tuskegee Airman” porque se hicieron famosos por ser los primeros hombres negros en la milicia, ¡los primeros! [Tootie no lo mencionó, pero los “Tuskegee Airmen” fueron parte de la Segunda Guerra Mundial]. Se trataba de un empleo para la gente blanca nada más.
La gente negra sólo era utilizada para reparar aviones, limpiarlos, pero no volaban aviones, no porque no pudieran, sino por Jim Crow [las leyes de Jim Crow promulgaron la segregación en Estados Unidos, de 1876 a 1965], eso es algo que ustedes no tienen aquí, pero Jim Crow se basó en el color de tu piel.
De todas formas… Percy fue a la universidad en el lugar más racista del mundo, porque el sur de América era lo peor, sigue estando muy mal. Él y algunos pocos chicos fueron elegidos porque tenían buenas calificaciones, se sabía que eran inteligentes.
Percy iba a casa y me decía “hombre, esto es lo más difícil que he hecho en mi vida”. Porque tenían oficiales racistas que eran capitanes y tenientes, y además instructores; ellos escribían cosas en el pizarrón y luego las borraban con la otra mano tan rápido como podían, para que los chicos no tuviesen tiempo de anotar, pero ellos lo lograron. No sé cómo lo hicieron. Cuando se graduó, Percy se convirtió en teniente de la Fuerza Aérea de EU, y piloto, así que tuvo que volar aviones P-40. Si alguna vez los ves, son aviones que tenían dos llantas debajo de las alas y una pequeña llanta en la cola. Mi hermano platicaba de cuando aprendieron a volar este avión: tenías que avanzar a 200 millas por hora antes de despegar, ibas en la tierra así [fingió una pose de “no poder ver”]… todo lo que podías ver era el cielo y las líneas blancas en el piso.
–Eso da miedo.
–Él estaba muy emocionado por ir a la guerra con Alemania. Cuando él se hizo piloto la guerra terminó y no pudo ir a la acción.
–Por fortuna.
–Sí, él estaba todo emocionado porque fue a la escuela todos esos años para aprender cómo matar a alguien… después no había a quién matar. Es estúpido, ¿sabes? Bueno, él llegó a casa con su uniforme de oficial, no de la milicia regular, ¡él era teniente! Tenía pantalones de color claro, una chaqueta y un gorro. Era un teniente negro, eran los años 40, de eso no se habla.
Mi padre salía con él cuando portaba el uniforme. ¡Vaya! Mi padre amaba la situación, estaba muy orgulloso de él. Cuando se topaban con soldados regulares, que eran blancos, tenían que saludar a mi hermano y luego seguir caminando. Le encantaba a mi padre…
-¡Me está encantando a mí también!
–Solía decir “Percy, ahí hay una pareja de chicos haciendo algo”, ¿sabes? Y cuando lo veían tenían que hacer así [Tootie se enderezó y fingió un saludo militar]. Así se quedaban hasta que mi hermano les permitía cambiar de posición. Mi padre amaba eso y creo que eso creó un estándar alto para mi otro hermano y para mí, pero nosotros nunca nos interesamos en eso. [Percy Heath retomó la música tras la guerra, se compro un contrabajo; eventualmente formó parte del Modern Jazz Quartet y varios proyectos más].
Yo no estuve en el servicio porque no creo en él, me parece estúpido, yo no creo en matar a nadie, amo la vida, no voy a bombardear esas ciudades, no haría nada de eso, mi otro hermano tampoco. Ninguno de los dos entró al Servicio. No sé cuál fueron sus razones, pero conozco las mías.
Era joven, estaba tocando con John Coltrane antes de que fuera el John Coltrane que todos conocemos ahora. Era tan sólo un chico local tocando el saxofón mejor que la mayoría de la gente alrededor y se volvió famoso. Tuvo un grupo y un bajista que sigue vivo hoy en día: Reggie Workman, ahora está en Nueva York; yo, y McCoy Tyner, quien no podía ir con nosotros, era muy joven y tenías que tener 18 años para estar en un bar en América.
Mientras yo abría el concierto con John Coltrane recibí una carta de la armada de los EU. Tenía que ir al Draft Board, donde eres examinado para que determinen si estás calificado para entrar al ejército. Estaba muy preocupado por eso, así que pregunté a todos mis amigos quienes habían hecho la prueba: “¿qué hiciste para no entrar al ejército?”. Me decían todo tipo de cosas, como “bebes 10 tazas de café, haces que tu corazón se acelere, no te afeites, no te cortes el cabello, deja que te crezca pelo en todos lados, no duermas, mantente despierto toda la noche”. Hice todo eso.
Fui al Draft Board, me paré frente a los militares, que eran blancos. No había nadie que luciera como yo. Me sentí intimidado al instante. Ellos te hablan como si estuvieras loco. Te revisan… así notaron que mi corazón latía fuerte. Muy estúpido… porque no dormí por tres o cuatro noches y tomé café y le puse [nombró una sustancia cuyo efecto es ponerte nervioso y acelerado]. Ellos me dijeron “hombre, hay algo mal contigo”. Creí que había terminado porque no confiaban en mí. Sabían que estaba haciendo algo estúpido y me dijeron “regresa la próxima semana”. Pensé: “¡maldición! Creí que había terminado con esto”.
Al tener que volver, pregunté a un amigo qué hacer, me dijo “hombre, toma tu tarola y diles que siempre la llevas a todos lados donde vas”. Eso hice. En la armada el tipo me dijo: “¡pon eso en el piso!”. Ahora creían que yo estaba loco. Él dijo “si no lo pones en el piso, haré que vuelvas otra vez”. Yo tenía mi mente en la batería, quería estar en el club con Coltrane, no en la armada.
De hecho, nunca había contado esta historia a nadie y me hace muy feliz compartirla contigo. La tercera vez, fui con un bajista llamado Jimmy, quien ya murió, él me dijo: “no cortes tu cabello, toma tu tarola y toma el café”. Volví al Draft Board y el tipo me dijo “pon el tambor en el piso”, y yo dije “no, Señor, nunca la suelto, la llevo a todos lados conmigo”. Entonces me vio y dijo “ok, ve al cuarto siguiente”. Pensé “ahora me van a encerrar en la armada”. Fui al cuarto que dijo, él firmó unos papeles. Me dijo “eres físicamente inadecuado”. Así escape del ejército.
–¡Lo lograste!
-Tengo 84 años ahora y lo evité. Espero que ustedes todos lo eviten también… todas estas cosas locas. En vez de ayudar, destruyen.
–Es importante tomar una postura y hablar de la historia. Me da gusto que hables de esto.
–Matar no es la respuesta. La prisión es también algo estúpido.
–En la biografía de Charlie Parker, escrita por Stanley Crouch, éste decía que ser negro en América era muy difícil porque nadie te tomaba en serio. Él añadió que esta fue la razón por la que muchos afroamericanos llegaron a un nivel de excelencia creativa, ¿crees que sea cierto?
–Sí. Creo que fuimos forzados a ser creativos porque tenías que ser más inteligente que el enemigo. Tenías que ser más inteligente que la gente que te oprimía. No te puedes rendir ante eso. Creo que es por eso que tuvimos tanta gente maravillosa: Martin Luther King, quien resistió sin violencia. Caminaba y la gente le tiraba cosas encima, le dispararon y finalmente lo mataron, pero él estivo en contra de todo eso y era un gran hombre. ¿Sabes? Malcolm X, todos estos hombres antes de mí, de mi generación, nos hicieron crear cosas para sobrevivir. Jim Crow “era un chico malo”: podía negarte algo por el color de tu piel.
–Mi madre solía mandarme al sur cada verano con mi abuela. Ella y mi abuelo tenían una casa en Wilmington, Carolina del Norte. Me subían a un tren. Yo era pequeño, tenia 11-12 años. Me mandaban para que no me metiera en problemas o hiciera cosas estúpidas en Filadelfia. Llegábamos a Washington DC y ahí cambiábamos de tren.
Al ver mi alrededor en la estación, hablo de los años 50, los letreros que decían “Agua de Color”, significa que había una fuente de agua para gente que luce como yo. “Baños de color”, para gente como yo. “Baños Blancos” por allá. “Fuentes Blancas” por aquí. Y era importante que no rompieras las reglas o eras arrestado. Yo decía: “¿qué es esto?”. Al entrar al tren me decían “el carro para la gente de color está al final”, ¿has escuchado tal cosa? Segregar a un niño en el tren.
–¿Es cierto que aprender a tocar el pandero en la iglesia fue lo que te dio confianza?
-El hecho es que escuché el pandero en la iglesia, pero lo aprendí en CalArts, fundada por un hombre llamado John Bergamo, quien estudió cómo tocar el pandero según Europa del Este, una técnica muy distinta a la que nosotros conocemos.
Me pasó algo, tuve una embolia. Mi lado derecho no funciona también como solía, ya no puedo hacer que funcione tan bien como antes.
Deberían escuchar a este hombre, ver sus ojos sinceros, reír de sus bromas, admirar la fuerza que lleva consigo en toda una vida de ser un gran jazzista y mentor, como mostró durante su master class (o nasty class como él le llamó), en el Festival Internacional JazzUV 2019. Qué honor el mío compartir estos momentos con Mr. Heath.
*Todo lo que va entre “[]” son comentarios de la autora de esta nota.