Desempolva estante de la novedad en CDMX: Festival MJazz 2024

Por: Estefanía Romero

El MJazz lleva por slogan “El festival de jazz contemporáneo”. ¿Qué significa esto? ¿Qué nos promete?

La palabra “contemporáneo” se define como “existiendo o sucediendo ahora”, según el Diccionario de Cambridge (2024). Esto debería bastar para comprender que, entonces, el MJazz es un festival de jazz actual. Sin embargo, esta misma fuente resulta insuficiente cuando aterriza el término “jazz contemporáneo”: “Mucho del jazz contemporáneo consiste en combinaciones sofisticadas de composición e improvisación, en la cual suele ser poco claro para los escuchas lo que ha sido prearreglado y qué está siendo improvisado”. Las itálicas son mías: ¿poco claro? Conociendo el jazz, comenzaría a crear hipótesis sobre lo que esto intenta comunicar, tal vez se refiere a cuando rompes y reformulas la estructura melódica a través de la improvisación. Pero si algo es evidente aquí es la vaguedad en la acepción.

Esta cuestión de navegar diversas conceptualizaciones para encontrar un sentido lógico me vuela la cabeza y creo que próximamente haré un artículo más detallado respecto a lo que se ha entendido como “jazz contemporáneo”.

Por lo pronto, me iré directo hacia otra definición para establecer mi punto central. MasterClass es un sitio online que se caracteriza por ofrecer cursos de artistas profesionales, desde Christina Aguilera hasta Herbie Hancock y muchos más. En este sitio, “jazz contemporáneo” se define como:

“Un término aglutinador de la diversa colección de la nueva música en el lenguaje del jazz, producido y grabado a finales del siglo XX y los primeros años del siglo XXI. El término aglutinador se integra en dos subgéneros: Jazz moderno y smooth jazz. El jazz moderno, que va desde la influencia del pop, funk y el jazz fusión de los años 60, se hizo popular entre los entusiastas del jazz y los escuchas casuales en los años 80 y 90. El subgénero consiste en elementos diversos, de hip-hop al rock y música del mundo, pero restringe la improvisación y la estructura modal de acordes del post big-band, bebop y hardbop” (2024).


Lo que importa para la disertación presente es que, al presenciar el MJazz, parece que sus organizadores se guían más o menos por la definición de MasterClass, puesto que crearon un programa con propuestas musicales que se han estado formulando en los últimos años y que involucran al jazz con una fuerza importante. Tuvieron a Chief Adjuah (también conocido como Christian Scott), Antonio Sánchez & Bad Hombre, Louis Cole, T’ORUS y Karina Colis. La gran excepción fue Sofia Rei, que no nos entregó jazz en ninguna sustancia, aunque a ella le guste venderse así; esto lo desarrollo más puntualmente en el apartado final de este artículo.

Debo enfatizar que el MJazz tuvo un carácter excepcional  y esto es lo que más le he de aplaudir: los momentos que pudimos vivir de jazz fusión (o jazz rock) al estilo grandes festivales de Estados Unidos, en los años 70, cargados de energía, de ensambles con un sonido voluminoso y potente, pero a la vez sublime y melódico. A mí me entristecía pensar que no iba a vivir un concierto así en México; sin embargo, Chief Adjuah y T’orus nos transportaron hacia esa aventura.

 

El carácter integrador del jazz, a través del MJazz

Entre otras cuestiones, gente de todas las edades asistió al MJazz. Había bebés caminando en el pasto, hasta abuelos sonrientes, tranquilos, disfrutando de espacio y comodidad. El Parque Bicentenario nos brindó un espacio de gran amplitud, donde la movilidad es fácil. La música se escuchaba por todo el lugar y, al estar cerca del escenario, se mantenía un volumen agradable.

Agregaré que muchos alumnos míos, de nivel universitario, me han revelado hallarse sorprendidos al saber que gente “joven” también hace jazz, razón que les permite sentirse invitados al género. Por un lado, esta situación nos habla de generaciones que deciden vivir muy separadas entre sí; pero, por otro, al menos nos da indicios de la manifestación de uno de los principios integradores del jazz, porque ya estando ahí en el MJazz te das cuenta de que todos podemos disfrutar la música, juntos. Y a todos se nos enchinó la piel con un “Purple Haze” de Jimi Hendrix, bien reinterpretado; con esto último aludo a un fragmento del concierto de Chief Adjuah, quien tomó dicha melodía para hacer una prolongada reiteración de la misma e ir construyendo un gran complejo de armonías alrededor de ella.

Ahora sí, veamos qué más…

 

Sobre las propuestas musicales

Chief Adjuah (antes conocido como Christian Scott)

Christian Scott fue el nombre con el que se dio a conocer en los inicios de su carrera. Cuando lo escuché por primera vez, hace poco más de una década, sentí una adrenalina pura, pensé: aquí está el futuro del jazz.

Así, este año llegó el MJazz, anunciando a Chief Adjuah, enfatizando entre paréntesis las palabras “Formerly Christian Scott”. Esto era algo que yo tenía que escuchar en vivo. Es que llevar el título de Chief tiene importantes connotaciones culturales de legitimidad entre la comunidad Maroon de Nueva Orleans, sociedad de la cual proviene Christian Scott. El simple cambio en su nombre manifiesta una evolución… ¿como se proyectaría esto en su música?

“Los Maroons eran africanos que se autoemanciparon, se rehusaron a bajar la cabeza y vivir esclavizados en América. Escaparon de la esclavitud y se mezclaron con nativos americanos y formaron sus propios asentamientos. El término también se puede aplicar a sus descendientes. Hasta la mitad de los 1760, las colonias maroon se alinearon en la costa del lago Borgne, justo bajo el rio de New Orleans, Louisiana. Esta gente, que antes fue esclavizada, controlaba muchos de los canales y pasadizos de zonas rurales desde el lago Pontchartain hasta el Golfo, incluyendo el estrecho de los Rigolets”. Esta es una traducción mía del testimonio de Cherice Harrison-Nelson, descendiente maroon (en entrevista con Meg Pier, 2024).

 

Chief Adjuah (antes conocido como Christian Scott), en el Festival Internacional MJazz 2024. Foto: Alonso Claverán.

 

Cherice es hija de Donald Harrison Sr., quien fue Big Chief of the Guardian of the Flames y se involucró con la tradición del Mardi Gras en New Orleans desde que este tenía cuatro años en 1937, hasta que falleció en 1998. 

El mismo Christian Scott comentó quién es él en este momento:

“Soy Chief Xian aTunde Adjuah. Soy un arquitecto sónico y multiinstrumentista, productor y compositor. También soy dueño y operador de un sello discográfico y compañía de apps, llamada Stretch Music, y soy el Crown Chieftain y Oba de la nación Xodokan de los Maroons, o black indiand, de Louisiana y New Orleans” (en entrevista con Dunnavant, 2023).

Adjuah agregó que su título implica ser un continuador de su linaje e historia.  Esto lo podemos notar en todos sus conciertos en vivo, donde hace menciones solemnes de su familia e insiste en su agradecimiento hacia ellos. Habló más sobre los maroon:

“Es una cultura secreta. Tienes roles, obviamente. Tienes su Chieftain y a su Queen, los más jóvenes, la próxima generación de pequeños chieftains, y este tipo de cosas. Hay como las versiones inglesas de los títulos de lugartenientes. También tienes el equivalente de un hombre de medicina o de energía chamánica. Hay una persona llamada “a wild man” (“un hombre salvaje”), quien, en inglés, es quien ejecuta la ley en la tribu. Tienes un “flag boy”, este es el hombre que lleva la estampa de la tribu, es usualmente el diplomático que puede hablar muchos dialectos”.

“Vengo de un reino de Chiefs al estilo África oriental, que ha sobrevivido su experiencia en lo que ahora es New Orleans, Louisiana. Los descendientes africanos de esta región han podido mantener tantos vestigios de su propio pasado conocido, y también de su pasado desconocido, a través de esta tradición. Mi abuelo es una persona llamada Big Chief Donald Harrison, Sr.; este es el único hombre que dirigió cuatro naciones de lo que hoy llamamos Maroons. Algunas personas también usan la terminologia “black indian[…]” (2023), agregó.

 

Chief Adjuah (antes conocido como Christian Scott), en el Festival Internacional MJazz 2024. Foto: Alonso Claverán.

 

Chief Donald Harrison Jr., hijo de Big Chief Donald Harrison Sr. es un gran saxofonista e innovador del jazz. Christian Scott ha dicho en muchas entrevistas que su tío, Donald Jr. ha sido una gran guía y mentor. Incluso han realizado proyectos juntos. Es interesante observar que Donald Jr. propone el término Nouveau Swing para referirse al swing fusionado con diversas estructuras musicales; mientras que Chief Adjuah (2024) habla de “Stretch Music”, que define él mismo: “con el jazz como raíz, es una forma musical ciega a los géneros, que intenta estirar las convenciones rítmicas, melódicas y harmónicas, para integrarlas a múltiples formas musicales, lenguajes y culturas”. Y sí, esto fue lo que escuchamos en el MJazz.

 

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Chied Adjuah presentó artistas de lujo. Los duetos entre el baterista Corey Fonville y el percusionista Weedie Braimah se llevaron el show, por encima de todo. La carga afroamericana del sonido más puro de Nueva Orleans nos transportó al corazón máximo del jazz. Asimismo, dio un show impregnado de rock, con una conservación insólita del blues, adherido a un toque personal, que en parte tiene que ver con los instrumentos que el mismo Chief inventó para levantar un performance que necesariamente fuese único. Me parece que, de la variedad de trompetas que él mismo mandó a hacer, utilizó dos, con las que nos impregnó de un sonido profundo, un eco pesado que, en un amplio espectro de juegos rítmicos.

Las primeras piezas del concierto resultaron famélicas por problemas en la ingeniería de sonido. Sin embargo, con toda honestidad Adjuah le dijo a su público que se iba a adaptar a las condiciones para darnos el mejor concierto posible y eso hizo.

Nos revolcamos en éxtasis. 

Este fue su debut en México… ojalá venga un millón de veces más.

 

Louis Cole

Space Pants y David S. Pumpkins: Dos sketches de SNL saltaron a mi mente, durante los primeros minutos del concierto de la banda de Louis Cole, el gran cierre del festival.

Cuando comenzaba a perder el respeto por este proyecto, desde una perspectiva meramente musical (porque desde la cómica, amo los sketches que mencioné), surgió una catapulta múltiple de instrumentos de alientos, que me erizó la piel.

 

Banda de Louis Cole en el Festival Internacional MJazz 2024. Foto: Alonso Claverán.

 

Louis Cole es un cantante y baterista (su foto en portada) cuyo timbre de voz, aunado a una que otra vibra funk, te hace recordar a Jamiroquai; no obstante, sí existe una materia que hace a su música muy particular en su desarrollo: muy pop, medio funk, muy jazzy en sus desenlaces o transiciones de una parte a otra dentro de los temas. Entre solos padres, coros lúdicos, un arreglo coral medieval, baladas pop, cambios rítmicos y melodías que de repente se parecían mucho, pero siempre traían algún elemento distintivo, el concierto fue muy divertido, interesante, impredecible. Sabía cómo llevar las emociones del público de un lado a otro: reír, llorar, abrazar el absurdo, saltar.

Louis Cole es muy talentoso como intérprete, pero también se nota un cuidado y trabajo constante en su desempeño vocal y manejo del aire al cantar: muestra un amplio rango de voz, que nos cautiva al girar sobre esos agudos que durante décadas nos han dejado perplejos, en voces como las de los Bee Gees, Michael Jackson o Justin Timberlake; esto, junto a su personalidad lúdica y sus ostinatos percutidos en la batería, comunes en rock, hip hop y música electrónica, más su ensamble y su propuesta de performance, llegó a refrescar lo que esperaríamos en un festival de jazz, sin dejar de lado la sustancia fundamental de este género.

 

 

Banda de Louis Cole en el Festival Internacional MJazz 2024. Foto: Alonso Claverán.

 

Me recordó Space Pants, porque justo traía esa vibra de música electrónica juguetona irreverente que escuchamos en algunos proyectos de los 80, cuando MTV comenzaba a hacer de las suyas; y a David S. Pumpkins porque, vestidos de esqueletos y haciendo vocecillas agudas juguetonas, dieron un show sencillo, pero muy entretenido. La falta de claridad en la dicción de las cantantes no ayudó mucho en el show.

No creo tomar su música como parte de mi galería sonora, pero me alegra haber llegado a un festival que sacude el estante empolvado del jazz que es la Ciudad de México.

 

Antonio Sánchez & Bad Hombre

De esta banda he hablado mucho últimamente, por lo que sólo agregaré: ¡espectáculo de primer nivel! A pesar de que mostraron el mismo repertorio que en el Riviera Maya Jazz Festival, el show que dieron en el MJazz fue en absoluto distinto. Eso es comprender el jazz… es comprender la música y tener una profunda capacidad tanto de escucharse a sí mismos como artistas, en el momento, como de reconocerse como parte de una audiencia y espacio con cualidades propias. Bravo a cada uno de los integrantes: Thana Alexa, BIGYUKI, Lex Sadler y Antonio Sánchez.

 

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Antonio Sánchez en el Festival Internacional MJazz 2024. Foto: Alonso Claverán.

 

 

T’orus

T’orus nos trajo fragmentos lúcidos de la aventura sónica que es trepidar, envolvernos en un buen concierto de jazz fusión (o jazz rock). Este tipo de música, como comenté arriba, solía vivirse en grandes festivales, sobre todo en los años 70, en EU. Poder vivir eso en el presente y en México es un lujo.

Christian Balderas me ha sorprendido en cada exposición que he presenciado de él en vivo: manipula sus teclados con libertad, estrategia y arte. Es capaz de comunicar con un acorde o con una masa de información sónica, rápida y escandalosa. Tiene todo ese poder en sus manos.

 

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La comunión entre los músicos de este ensamble es la de uno muy trabajado con muchos años, desde lo individual hasta lo colectivo; en otras palabras, la complejidad de sus ideas se despliega con claridad y dominio, aunque estén improvisando. T’orus es una banda mexicana, que nace en el 2012 y está conformada también por: Aarón Flores en la guitarra, Benjamín García en el bajo, y Enrique Nativitas en la batería.

 

T’orus en el Festival Internacional MJazz 2024. Foto: Alonso Claverán.

 

Para el MJazz, T’orus trajo artistas invitados. Entre ellos, a Diego Franco, saxofonista virtuoso: además de tener muy trabajado el lenguaje jazzístico, cuando lo escuchas, sabes que se trata de él. Cabe agregar que no se trata del típico saxofonista que vomita frases a lo loco, sino que Diego teje ideas conforme lo que escucha en su entorno, como debe ser. También presentaron al cantante F = M A C K, quien vino a dejar claro lo que es tener dominio y elasticidad en la voz, así como presencia escénica.

 

T’orus en el Festival Internacional MJazz 2024.

 

Más allá, me importa subrayar que la noción con la que esta banda envuelve conceptos mélódicos a través de las harmonías, fue majestuosa, pues se sentía la fuerza de cada miembro del ensamble incorporarse en un gran complejo, donde cada sonido tenía cabida. Sus melodías, repitiéndose con insistencia, mientras todo a su alrededor cambiaba en cada repetición, es el tipo de magia que Ravel logró con su Bolero… y es el tipo de magia que T’orus es capaz de proporcionarnos con su improvisación.

 

Karina Colis

En su música, la ejecución es muy clara. El formato de ecualización que utilizaron en el MJazz ayudó mucho a que se presumieran los detalles de la composición y las texturas de las líneas de cada instrumento.

Dio un concierto elegante. Presumió ritmos mexicanos, sostenidos en armonías jazzísticas. Si bien, puedo recomendarles que escuchen su disco Heal, sería fantástico que la escuchen en vivo para tener un impacto real del arte moderado y concreto, pero a la vez interesante, de este ensamble.

 

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Cuestiono que el concierto de Karina haya sido al inicio del festival, cuando la gente apenas iba llegando a establecerse y familiarizarse con la dinámica del festival. Muchos asistentes llegaron más tarde, seguramente por la comodidad de no estar bajo el sol (aunque yo me puse una gorra y me sentí cómoda en el evento, de inicio a fin); así, calculo que más de la mitad del total de asistentes no escucharon la propuesta de esta baterista. Si tenían que meter a fuerzas a Sofía Rei, lo hubieran hecho al inicio…

 

T’orus en el Festival Internacional MJazz 2024.

 

Sofía Rei

¿Qué hizo esta cantante y autora en el MJazz? Presentó música electrónica, con una gran presencia de sonidos andinos. ¿Dónde estuvo el jazz? No lo sabemos.

Entonces, ¿por qué la programaron?

En la descripción sobre lo que es Sofia Rei, de su propia página web, dice “Folklore y futurismo, elegancia graciosa en la música de una vocalista ganadora de premios, compositora y productora. Redefiniendo autenticidad desde una perspectiva personal intensa, Rei ha llevado diversas tradiciones Latinoamericanas de su nativa Buenos Aires a la meca multi-cultural de New York, donde ha fusionado esos sonidos con jazz, música clásica, pop e influencias de música electrónica para forjar un sonido singular y en constante cambio”.

“She’s fused” = “ella ha fusionado”: es un presente participio, esto indica acciones que ella comenzó a hacer en un punto del pasado y que sigue haciendo en el presente.

Otras cosas que incluyen la descripción de Sofía Rei en su página web son: “Con una voz que ha sido aclamada por su belleza cautivadora y versatilidad por prestigiosas publicaciones como el New York Times y DownBeat Magazine[…]”. El presenciar su devastador concierto me obligó a buscar qué es lo que se escribió en estas fuentes. En DownBeat (2023) me encontré con una reseña de ocho renglones del disco Coplas Escondidas (2023), de Sofia Rei con el contrabajista Jorge Roeder. El artículo se tituló “Caliente: New, Hot Latin Releases that Sizzle!”, donde la reseñista escribió lista de discos que, a su parecer, te hacen temblar. Cuando la autora llega al álbum de Sofia Rei, escribe que este “[…] se mueve en los reinos del jazz, folk y música clásica con aplomo”. Escuché el disco y, sí, un elemento que tiene es jazz. ¡Sofía Rei sí ha hecho jazz! Curiosamente, cuando no canta como ella quisiera cantar, se llega a escuchar increíble. Los muy breves momentos en que realiza una interpretación seria pueden ser poderosos e impactantes; sin embargo, la insistencia en imponer a la música sus gorgoritos vocales agudísimos, precedidos por una especie de necesidad de mostrar lo muchísimo que puede hacer con su voz es innecesaria. Literalmente, tuve que bajar muchísimo el volumen de sus canciones para sobrevivirla, en parte porque es físicamente imposible para el oído recibir el impacto de su timbre de voz en registros altos; y, en otro sentido, porque no puedo con el cringe de tan profusos adornillos, uno aventado tras otro, sin propósito alguno más que el de decir vacuamente: “mírenme, qué diferente y única soy”.

En cuanto al artículo del New York Times donde se comenta a Sofía Rei, se trata de una invitación a algo que se llama GlobalFest, un festival de World Music, en el que se presentaría dicha artista, y donde también se habla de la miríada de cosas que ella ha hecho: “música andina, música asiática, jazz, funk, electrónica”. A final de cuentas, su propuesta no tenía pierde para un festival así.

Otra cosa que incluye en su semblanza de artista, en su sitio web, son sus colaboraciones con John Zorn, Maria Schneider, Bobby McFerrin y John Medeski. El pasado de un artista no indica lo que este hará en el presente; sin embargo, leer nombres así para quienes nos apasiona el jazz, resulta estimulante y promisorio.

En suma, es posible que la expectativa de invitarla al MJazz haya partido de la definición que Sofía Rei se da a sí misma en su medio, más las lacónicas descripciones de ambos críticos, más algunos proyectos en los que Sofía Rei se ha acercado al jazz.

 

Sofía Rei en el Festival Internacional MJazz 2024. Foto: Alonso Claverán.

 

Como cantante, en el MJazz se alcanzó a percibir una técnica trabajada, por detrás de todos los efectos que le agrego a su voz. Se nota que ha hecho su tarea y ha encontrado que una clave del éxito es encontrar diferenciadores en su ejecución. Y como que sí los tiene; por ejemplo, utiliza hasta el cansancio unos dos o tres traits vocales, es decir, sonidos distintivos, que resultan muy pegajosos: realiza saltos de registro que rayan en sonidos como de silbato afinado, o de una niña que grita para comunicar que se está divirtiendo. De alguna manera le funcionan, porque he batallado para sacármelos de la mente… aunque no en un sentido de disfrute personal.

Los momentos en que un festival puede pasarse su propio concepto por el arco del triunfo, quizás (¡quizás!) tengan sentido cuando lo que van a presentar es tan sublime, tan propositivo, tan verdaderamente innovador, que las audiencias quedarán en shock y no podrán con el gusto de presenciar dicha sorpresa. En este sentido, no creo que la música de Sofía Rei sea lo peor, está lejos de ser lo mejor; pero en definitiva no fue suficiente para justificar su show en este escenario.

También es cierto que la banda de Sofia Rei sufrió una terrible suerte con su ecualización… ¿podría haber sido que el jazz se súper escondió en los instrumentos que no alcanzamos a escuchar? Aunque el reggaetón sí alcanzo a presumirse. Al final, lo que pasó con su “aportación” al festival fue que esta música le gustó a algunas personas y a otras nos generó molestia porque, repito, en ningún lado del parque podías dejar de escuchar lo que se estaba proyectando y esto no entraba en nuestro objetivo de estar ahí.

Súper rescatable fue un artista que realizó un performance de percusiones utilizando todo su cuerpo como instrumento, genio. Quizás esto fue lo más cercano al jazz, considerando su tap/zapateado flamenco.

Es una lástima la pérdida de tiempo y espacio el haber programado esta propuesta dentro de un festival que promete un tipo de placer sonoro muy específico, cuando su artista no planeaba considerar las audiencias que compraros boletos con un tipo de añoranza. Es como necesitar almohadas, pedirlas por Amazon en una tienda de almohadas, y que te lleguen chicles; igual y los masticas un ratito para ver qué puedes sacar de ellos; pero, al final, la molestia persiste, junto a un mal sabor de boca.

 

Bibliografía:

Cambridge Dictionary (2024). Contemporary. Cambridge Dictionary. Obtenido el 17 de febrero, 2024: https://dictionary.cambridge.org/example/english/contemporary-jazz

Dunnavant, J. (2023). Episode 8: The Soul of Music: Exploring Chief Xian’s ancestral memory. National Geographic. Obtenido el 16 de febrero, 2024: https://www.nationalgeographic.com/podcasts/overheard/article/the-soul-of-music-exploring-chief-xians-ancestral-memory

Johnson, C. (2023). Caliente: New, Hot Latin Releases that Sizzle! DownBeat. Obtenido el 20 de febrero, 2024: https://downbeat.com/news/detail/caliente-new-hot-latin-releases-that-sizzle

MasterClass. (2021). What Is Contemporary Jazz?. MasterClass. Obtenido el 17 de febrero, 2024:  https://www.masterclass.com/articles/contemporary-jazz-guide

Pareles, J. (2023). Globalfest Moves Online, Showcasing World Music Without Boundaries. The New York Times. https://www.nytimes.com/2021/01/15/arts/music/globalfest-review.html

Pier, M. (2024). Insights On Culture Of Mardi Gras Indians From Standard-Bearer. People Are Culture. Obtenido el 16 de febrero, 2024: https://www.peopleareculture.com/mardi-gras-indians/

Rei, S. (2024). About. Obtenido el 20 de febrero, 2024:  https://www.sofiamusic.com/about

Scott, C. (2024). Stretch Music. Chief Adjuah. Obtenido el 19 de febrero, 2024: https://www.chiefadjuah.com/stretchmusicbio