Jaco Jazzy Café: Experiencias visuales, sonoras, gustativas e intelectuales

Por: Estefanía Romero

 

Hoy celebramos el primer aniversario del Jaco Jazzy Café. Esta galería cultural tiene lugar gracias a Lucio Sánchez, bajista y compositor pionero del jazz en México, quien es reconocido como un ícono del gremio, en parte por realizar la primera grabación de jazz en el estado de Veracruz (aquel famoso disco llamado “Festival”), por dedicar parte de su carrera al famoso grupo Orbis Tertius y, en gran medida, gracias a su larga trayectoria como director y colaborador de diversos proyectos musicales.

La calidad de la música de los proyectos que se presentan en el Jaco Jazzy Café no se queda sólo en eso, sino que se extiende a la charla en experiencias como las que ocurren en los miércoles de “Converjazzeando”, moderados por el gran platicador Jahaciel García Venegas.

En entrevista, Lucio nos cuenta la aventura de levantar este espacio y dinámicas para los amantes del jazz…

 

 

E: ¿Cómo se te ocurrió el Jaco?

L: Todo ha surgido poco a poco. Me compré esta casa intentando invertir una lana y en el centro (de Xalapa, Ver), que es donde me gusta vivir. Empecé con la idea de hacerme de un departamento y vivir aquí, tengo mi casa también en el centro. Un amigo me sugería cosas. Nos juntábamos al inicio aquí cuates que nos gustaba el jazz. Se nos ocurre la idea de poner un café, de cafés de especialidad, y luego yo intentando a aprender a hacer café. Un día preguntando en el Face quién podría ayudarme a remodelar para hacer algo aquí, surge un amigo arquitecto; empezamos a decorar, llenar el espacio, las paredes; hicimos como una venta de cerámica y cosas así con los cuartos estos vacíos. Tocamos en un rinconcito.

E: ¿Cómo se llama el arquitecto?

L: Octaviano Constantino. Su esposa hace cerámica y en alguna ocasión coincidimos en una quema de cerámica; algún día lo vi, hasta que se me ocurrió preguntar, llegó, se hizo mi amigo. Hice un pequeño taller de música, enseñar, compartir los principios de armonía… vino conmigo, se juntó con muchos amigos que no se dedican a la música, pero están interesados en el jazz.

Tengo otra amiga que, ahora que pusimos el café, yo no quería poner lo que se pone y compran en todos lados; se me ocurrió mandar a hacer algunas [señala los muebles] con unos amigos. Se va haciendo esto de que cada vez tiene más exigencias, cada vez salen cosas nuevas; y ahora, afortunadamente como hay tantos cuates músicos, tantos amigos artistas, pintores, escultores, ceramistas… nos reunimos aquí y estamos haciendo lo que yo he hecho toda mi vida: el jazz.

Con ayuda de mis cuates, con sugerencias, así vamos armando cosas.

 

 

E: ¿En qué momento se abrió el café?

Compré la casa hace 3 años. Ahorita está bonita, pero muy maltratada, tenía construcción muy fea, muy húmeda, muy oscura, poco a poco fuimos acomodando. Empecé a construir una cafetería, una galería. Porque el espacio es para todo lo que tenga que ver con artistas, con culturas. Fuimos cada vez adaptando más, va a ser un café-galería; y atrás en la concha acústica haremos más cosas.

Se está haciendo buen ambiente, lugar donde la gente se siente contenta. Comentarios que me han hecho es que aquí se siente buena vibra. Estamos haciendo café, tapas, invité a un amigo, un chef catalán; estamos haciendo cosas ricas que no tengan otros lugares… y con la música también.

 

E: Platícame sobre la cerámica. Tú eres todo un personaje…

L: Cuando me jubilé de la universidad (2007), he sido muy inquieto siempre, viajando todo el tiempo que podía; un día, un amigo que es mi amigo porque me apoyó para la grabación de Festival, Pedro Salas, él es arquitecto y estaba ayudando a construir un taller de cerámica, llegué con él y la maestra nos presentó, nos dijo: ‘por qué no te vienes a hacer cerámica? Yo le dije que no, como que soy torpe con mis dedos; me decía “no, tú no pienses eso”. Entonces fui.

Quería hacer cerámica, pero algo que tuviera que ver conmigo, con la música, entonces traté de hacer un instrumento que yo había visto en un curso al que asistí hace muchos años, creo que era en el CENART, hubo un curso para percusionistas y yo me fui de pegado, me gusta mucho la percusión. Había un hindú o árabe, y él venia promocionando platillos, pero tocaba la percusión, que era como dos cuencos unidos por un tubo, y hacía música con eso. Cuando yo empecé a hacer cerámica intenté hacer un instrumento de percusión, como la maestra no sabía lo que yo quería, ni yo sabía, era un conflicto ahí. Yo lo que buscaba era sacar un sonido. Hasta que en un momento me di cuenta de que en Argentina había un instrumento llamado udu, es un instrumento africano de percusión, que da un sonido muy bonito. 

Me fui a Argentina y aprendí más o menos. Estuve unos meses por allá. Ahora hago figuras y esculturas, todo aquello es mío (señaló una esquina del Jaco). La verdad es que me estoy divirtiendo, me la estoy pasando muy bien; el rollo es que significa mucho trabajo. Todavía no es un negocio, no estamos perdiendo, pero todavía no estamos ganando; estoy contento de que estamos haciendo conciertos, cada vez más músicos quieren venir a tocar; hay muchos chavos haciendo música y necesitan espacio, estamos intentando que puedan venir los chavos a tocar.

E: Es significativo que el Jaco Jazzy tenga la palabra “jazz” en el nombre.

L: Para mí el jazz es la música que me hace vibrar y vivir; la vida se vive como en el jazz, improvisas. Vives tu vida como a ti te gusta, como tú la sientes, como tú la disfrutas. Y si así hiciera la gente, no tendríamos tanto problema en el mundo. Seríamos más felices.

Estoy muy contento de haber hecho un espacio que mucha gente me dice que es un sueño para los muchos hacer. Cada vez tenemos presentaciones de gentes importantes. Estoy cansado, pero contento.

E: ¿Cuál es el concepto de los encuentros “Converjazzeando”?

L: Se nos ocurrió porque una vez vino un amigo que estudió conmigo en España, él es controlador de vuelos, ya se jubiló. Vino a visitarme, hicimos una cena, Adolfo, Memo Cueva, toda esta flota. Ya después contento me comentó: cómo extraño las tertulias que hacen ustedes; se reúnen, platican y es pura gente interesante.

Platicando un día, Jahaciel me dice: ¿por qué no hacemos estas tertulias de café que hacían antes? Tiene que ver con el rollo de seguirte relacionando, platicando, compartiendo un café, es la convivencia de los amigos.

Además casi todos los artistas que conozco toman café, toman vino, leen.

 

Jahaciel García y Adolfo Álvarez, como invitado, en Converjazzeando.