Arteria mexicana del jazz en “Sinergia” con Jesús Rodríguez

Por: Estefanía Romero

El baterista, compositor y coordinador del Centro de Estudios JazzUV, nuestro querido Jesús Rodríguez, lanza su primera producción musical, titulada Sinergia. En esta entrevista, Jesús nos comparte unas reflexiones sobre lo que implicó este compilado de discursos sonoros, como invitación para que probemos un poco de su universo.

 

Jesús Rodríguez en la presentación en vivo de “Sinergia”, en Tierraluna, Xalapa, Ver. Foto: Cortesía de Jesús Rodríguez.

 

E: Jesús, en Sinergia usas composiciones tuyas. Es raro ver un baterista como compositor, ¿desde dónde partes tú para crear?

J: La batería es el instrumento que domino un poco más; pero siempre me ha interesado la música en su totalidad. Siempre he sido amante de las melodías, es el recurso que, incluso como baterista, uso más. Aprenderme las melodías, cantarlas, aprenderlas en el piano, probar esas sensaciones para interiorizar eso que vas a tocar. Es la mejor forma de hacerlo.

La inquietud por componer me surgió desde los primeros ejercicios que me ponían en la escuela, de contrapunto, de armonía. Ha sido siempre una relación natural en mi forma de concebir la música, el imaginarme cosas. Y siempre emular el sonido de los artistas que me gustan.

 

 

E: Noto en tu disco varias texturas, me gusta mucho lo que hace Paquito Cruz en el piano, tiene esta onda bebop, pero con un timbre común en el hardbop… luego tú le metes ritmos mexicanos, folclore. Hay muchas ideas interesantes qué atender.

Mi pieza favorita fue “YHWH”. Esas cuatro notas que hacen el centro melódico de dicho tema representan para mí el corazón del disco… y son muy pegajosas, lo cual es difícil de lograr para muchos compositores de jazz. ¿Qué pensabas cuando hiciste este tema?

J: Las composiciones son en sí pequeñas narrativas, me gusta pensar que surgen de estados de ánimo, pero también reflexiones, pensamientos, emociones, estados que atraviesas. Esos sonidos llegan de alguna forma. Hay ejercicios de desarrollo de ideas, utilizar los recursos musicales que conoces.

Esta pieza para mí habla de exponerte a algo muy grande, sublime. Eso imagino en la sección del solo de batería, ese ambiente que se crea es como ver una cascada, hay una fuerza a todo tu alrededor, te sientes sorprendido, quieres estar ahí. El nombre en sí es un tetragrama, una cuestión teológica, en origen es el nombre más antiguo que se conoce de Dios.

El asunto que comentas sobre las melodías, que puedan ser reconocibles… no quiero hacer cosas tan complejas que ni el propio músico pueda entender; sino establecer narrativas claras, recordables, que generen sensaciones en el escucha, que le hagan entender esto que yo sentía al momento de estar componiendo. Hay varios compositores que hablan sobre generar conexiones con el público, a veces en el jazz hace falta buscar un elemento que pueda comunicar o conectar de manera clara con el público. La música es un evento de comunicación, pero si tus códigos son tan complejos, ahí hay un problema.

 

Durante la grabación de “Sinergia”. Foto: Cortesía de Jesús Rodríguez.

 

E: Sí. Béla Fleck me decía “yo quiero crear cosas complejas que suenen fáciles”, y eso es un arte. Lo que tú lograste en Sinergia en realidad también es bastante complejo (aunque el concepto de “complejidad” varíe de acuerdo con el individuo), pero claro y comunicable. Tiene ese punto de balance. Esto lo quiero conectar con… ¿qué tipo de dirección utilizaste para organizar este álbum?

J: Desde un inicio me imaginé el orden de los solos. Me gusta decir que no es un disco de un baterista, más bien es mi primer intento de compositor; de repente hay discos de bateristas en los que los temas son meros pretextos llegar a un solo de batería y tocar lo que mejor te sale, quise alejarme por completo de eso. Al final, me autocontraté de baterista porque me salió más barato. A la hora de ensayar la música, [noté que yo] nunca lo había pensado desde el punto de baterista; pero sí me imaginé las estructuras desde el principio.

Además, uno tiene siempre tiene sus referencias, para mí la música de Pat Metheny ha sido mi inspiración. Así me lo imagino. Hay unas canciones cortas, otras un poco más largas. Hay partes destinadas a la improvisación, hay mucho espacio para la creatividad del músico.

Estoy tocando con un grupo distinto que con el que hice la grabación. El hecho de que haya otros músicos, tal cual es el evento del jazz, hace diferencias importantes.

 

 

E: Viendo tu recorrido noté que Adolfo Álvarez fue tu maestro. Menciono a él, aunque has tenido otros maestros de gran renombre, porque algo que le admiro a Adolfo es que él exige que cada alumno, cada músico que está con él, tenga su propia voz. Entonces, ¿crees que ya encontraste la tuya? ¿cómo la definirías?

J: Es la búsqueda constante. Yo definiría esa voz como alguien que desde que escuchó el jazz se enamoró de ese sonido, y ha intentado acercarse a esa música con honestidad. También le doy entrada a muchas músicas que me van aportando, me van nutriendo y me gustan un montón. Lo que decías de la música mexicana, es algo que tengo un interés muy grande por explorar. Ese interés se despierta cuando empecé  a tocar con La Manta, (una banda que explora la fusión de música mexicana con jazz), hace tres años. Soy un amante del aprendizaje y el jazz te permite aprender siempre.

 

La Manta, de gira. Foto: Cortesía de Jesús Rodríguez.

 

E: Hablando de la voz, en términos macro. Algo que veo en la evolución de los músicos de jazz de México y, muy de cerca, de Xalapa, es que las generaciones de los 70, 80, tendían a la repetición del jazz de afuera; pero ahorita hay un interés creciente a hacer esa mezcla del sonido mexicano con el jazz. ¿En qué momento se da ese cambio y por qué se da?

J: Ha obedecido a ir abrazando y asumiendo lo nuestro como valioso y algo que puede ser explorado, con resultados interesantes. Otro elemento que diferencia lo que pasaba en esos años, es que los músicos ahora se están formando a edades más tempranas. Los chicos de JazzUV están haciendo cosas muy interesantes y van creciendo con los dos mundos de cerca: el son jarocho y el jazz… e incluso la música clásica. Una etnomusicóloga me decía que le llamaba la atención que el jazz, el folclor y la música clásica convivían indistintamente en nuestra ciudad. Eso nos da más herramientas para explorar.

Además, es un síntoma de los excesos de la globalización. En muchas otras actividades estamos viendo el regreso a lo artesanal, lo orgánico, lo sustentable. Es un efecto generalizado de tocar las músicas tradicionales, no sólo se da en México.

 

Jesús Rodríguez con La Manta. Foto: Cortesía de Jesús Rodríguez.

 

E: JazzUV es más o menos una escuela nueva, pero ha crecido y se ha fortalecido bastante. En este tiempo que llevas al frente, ¿qué dirías que observas de estos nuevos jazzistas mexicanos?

Un talento impresionante, unas ganas por aprender y por tocar que me sorprenden mucho. Hay muchos ejemplos; pero se me vienen a la mente un par de chicos que llegaron a los cursos preparatorios, están por terminar la licenciatura y ya tienen un muy buen nivel.

Viene gente de todas partes del país. Estar en contacto con los estudiantes tan capaces siempre es un motivo de alegría. Estar involucrado en la enseñanza te permite estar replanteando conceptos, viendo tendencias, seguir en la búsqueda de la música y de los sonidos que representen de mejor forma lo que está pasando por tu mente. A mí los estudiantes me ayudan mucho en eso. Es una alegría ver su crecimiento. La escuela ofrece un entorno para que el estudiante se desarrolle. En JazzUV se ha generado una comunidad de aprendizaje muy fértil. Hay una relación muy cercana entre estudiantes y con maestros. En Xalapa Jazz Orchestra (big band independiente que coordino junto con otros dos compañeros) siempre invitamos estudiantes. Ellos hacen sus jam sessions en casa. Yo muy contento, soy el que más aprende en esta etapa.

 

Xalapa Jazz Orchestra. Foto: Cortesía de Jesús Rodríguez.

 

E: Hace ya un tiempo tuve la oportunidad de escuchar tus borradores de Sinergia, ahorita estás cerrando este proyecto. Quiero que me platiques qué proyectos siguen y si tu visión se ha transformado desde aquel entonces.

J: La inquietud por investigar, aprender, crear, siempre está ahí. Tengo composiciones esperando por ser exploradas. Quiero sentarme a estudiar más elementos de la música que me permitan desarrollar mis ideas. La inquietud más fuerte es aprender de la música mexicana, un poco más de la música de Veracruz: el son huasteco, el son jarocho. Es un campo de experimentación. El tiempo que llevo con La Manta me ha permitido explorar posibilidades en la batería.

Yo quería que este disco saliera a la luz porque obedece a cierta etapa de mi vida. Pasó hace algunos años y lo que venga obedecerá a ese nuevo entorno, nuevas realidades, nuevas reflexiones donde [yo] esté. Sinergia es un primer ejercicio de compositor, de lo que significa organizar una banda, llevarla al estudio, todo eso.

 

Jesús Rodríguez durante la grabación de “Sinergia”. Foto: Cortesía de Jesús Rodríguez.