“Las artes nos permiten darle forma al caos de la vida”: Wynton Marsalis

Por: Estefanía Romero

Wynton Marsalis, director de la Jazz at Lincoln Orchestra, ícono del jazz, promotor del arte y derechos humanos, expresó con claridad su objetivo al ser parte del Festival Internacional Cervantino, mismo que lleva consigo en cada presentación:

“Unir a la gente, juntar los espíritus a través de la forma de arte que representamos (el jazz)”.

Marsalis subrayó la importancia del apoyo que recibe el jazz en este momento a través del Cervantino, en el centro del país, lo cual permite comentar temas que son esenciales a los seres humanos: el nacimiento, la muerte, enamorarse, cómo ser productivos como grupo, la diferencia entre individuo y grupo, cómo negociar entre todos.

“Las artes nos permiten darle forma al caos de la vida”, agregó.

 

 

Asimismo, expresó que desde hace años era un sueño traer a México, no sólo conciertos sino también actividades didácticas. Asimismo, expresó gratitud por experimentar esta hospitalidad, esta sensación, que describió como una gran experiencia increíble, que cambia la vida de sus músicos jóvenes, lo cual les ayuda a moldear su arte.

“Originalmente íbamos a tocar dos temas mexicanos, pero Carlos Henriquez (el contrabajista de la Jazz at Lincoln Center Orchestra) nos dijo que la gente de México siempre escucha su música, por lo que decidimos tocar jazz. […]Durante los últimos 10 años hemos creado 1100 arreglos nuevos, hemos tocado muchas formas musicales”.

Este estandarte del jazz tradicional ha hecho periodismo cultural, trabajó para CBS News, ha escrito seis libros y tiene una colección de poesía; por lo que en Bop Spots nos interesó que comentara a los jóvenes músicos de jazz sobre la importancia de involucrarse con distintas disciplinas:

“Cuando yo estaba en la preparatoria, entre los 13 y 17 años, había una escuela experimental en Nueva Orleans, de artes, y mi padre era maestro de jazz ahí. Porque mi padre no quería enseñarme, estudié música clásica, pero también tenías danza, teatro, escritura creativa, todo (excepto cine), así como en este festival (Cervantino). No muchos estudiantes estaban interesados en esas artes, aunque todos podían ir, pero los maestros eran fantásticos; además, vivían en una ciudad (Nueva Orleans) en la que a nadie le importaba lo que ellos hacían, a nadie le importaba la escritura creativa, o el jazz, mi padre tocaba para cuatro o cinco personas. 

La gente de la comunidad aquí siempre hacía que otros vinieran a ver estas artes, pero no el público más amplio. Entonces, una de nuestras clases de llamo “Integrated Arts”, todos los estudiantes de toda disciplina se juntaban a tomar una clase maestra de alguien de algún otro lado. Un día, una persona vino de África, creo que Ghana, él toco y hablo para los jóvenes, y los bailarines hacían preguntas sobre danza, los músicos preguntaban sobre música, y la gente de teatro preguntaba cosas sobre el escenario. Era muy interesante. Nos quedamos en ese cuarto por tres horas y pensé “Quizás experimentaré esto muchas veces en mi vida, este tipo de energía”, pero no fue así, no muchas veces.

Creo que todo tipo de creatividades ayudan a lo demás. Siempre incite a los estudiantes jóvenes a que, primero, desarrollen su búsqueda intelectual, su entendimiento social y su capacidad para discernir. Soy directos de Estudios de Jazz en Julliard, y tenemos estudiantes jóvenes fantásticos, siempre estamos escribiendo para danza, trabajando con el departamento de teatro, trabajando con música temprana, como la del Renacimiento, y siempre creamos programas con ellos para interactuar con otros estudiantes, que trabajen con otros maestros, que estén en otras disciplinas de arte, y me gustaría mucho ver más de esta interdisciplinariedad.

Además, para mí, debido a que mi padre y otros maestros de música, tuve un tipo de atracción por el arte que no era común para un afroamericano de 17 o 18 años; entonces, cuando fui a Nueva York, busque a los grandes escritores, como Ralph Ellison, y otros grandes escritores de teatro… Como nadie de mi edad estaba interesado en eso, aquellos me trataban como si fuera su hijo o su nieto. El tipo de educación que adquirí con ellos fue increíble”.  

 

 

Más allá, Marsalis señaló el concepto de “Universal Humanism” (Humanismo Universal), que considera dentro de su música:

“Existen dos tipos de pensamiento en el Humanismo Universal. Una es la narrativa de la depredación, y la celebración de los grandes depredadores: Julio César, Napoleón, Gengis Kan, y la lista sigue. Ellos siguen, destruyen. No digo esto con juicio, digo que estos son hechos. Por otro lado, existe la simbiosis, los profetas y las religiones… Jesus, Buda, los profetas siempre veían a la gente de manera simbiótica, mientras que los predadores sólo ven a los demás como (hace una expresión de hambre). Nosotros somos trompetistas (señala a Eugenio Elías, quien estaba sentado a su lado), sería muy fácil vernos el uno al otro así (hace un gesto de desagrado), pero mi actitud es tener amor por este hombre, lo cual no le expreso, nos conocemos mucho, ¡cuánto ha hecho en el tiempo que le conozco! ¡todo lo que representamos él y yo juntos! Ese es el poder simbiótico de la gente. Él no es una amenaza. Hay un poder trascendente de la simbiosis. La narrativa del depredador es dominar el mundo, quizás estas dos cosas se necesitan para crear la fricción que mueve todas las cosas en el universo. Yo estoy en la parte de la simbiosis, y el jazz está de este lado también”.

A la pregunta sobre qué requiere pertenecer a la Jazz at Lincoln Orchestra, Marsalis Comentó que, al estar este proyecto en un medio muy comercial, es difícil conocer músicos con el tipo de compromiso que la misma implica:

“Porque hay mucho que aprender y hacer para lograr ser miembro de la orquesta… Somos muy amigables, pero no en el escenario… Muchos de nuestros padres fueron músicos de jazz y sabemos el costo que requiere dedicarse a esto”.

En efecto, el director agregó un ejemplo de lo que se requiere:

“Si te doy instrucciones, no significa que las tienes que seguir. Mantener las cosas en transición es difícil, tiene que haber aprendizaje y práctica, así como un ritual más allá de las instrucciones”.