West Side Story (2021): sinfonía de jazz y obra maestra

Por: Estefanía Romero

Leonard Bernstein, el compositor de West Side Story, le dijo una vez a Duke Ellington “Tú eres una de las personas que escribió el llamado jazz sinfónico. Tal vez esa es la verdadera diferencia entre nosotros. Que tú escribes jazz sinfónico y yo escribo sinfonías de jazz”.

 

 

Durante los años 50, Gunther Schüller, uno de los discípulos de Bernstein, denominó “third stream” (“tercera corriente” en español) al tipo de jazz que incluía música clásica en sus formas, y que estuvo de moda sobre todo en los años 60. Podemos escuchar third stream en distintos compositores como Lalo Schifrin o en el clásico primer antecedente: George Gershwin, cuando compuso la famosa opera Porgy and Bess, o la Raphsody in Blue (1924), esta última bajo encargo del director Paul Whiteman, obra muy criticada en su época por combinar la música culta con una “música degenerada”, creada en los burdeles y, en un tono peyorativo: “hecha por negros”.

Y es justo este género el que podemos encontrar en West Side Story, donde se combina el peso de una orquesta sinfónica con todas las derivaciones del jazz que se dieron hasta inicios de los años sesenta: desde sonido original de Nueva Orleans, pasando por el swing de los años 30, y el bebop de los 40, hasta el hardbop de finales de los 50. De hecho, el Modern Jazz Quartet tiene muchas ideas tímbrico-melódicas similares (como el vibráfono de Milt Jackson) a las que aborda Bernstein en West Side Story; y cabe añadir que esta misma banda prodigio de mediados del siglo XX lanzó un disco llamado Third Stream Music en 1957.

Todas esas músicas van entretejidas con opera y ritmos latinos, como el huapango y mambo, además del sonido de la jota española, en West Side Story. Este musical es una plétora de emociones a través del oído, que te hacen reír, llorar, sentir esperanza, amar, odiar.

Es curioso notar que el West Side Story original, de 1961, dirigida por Jerome Robbins y Robert Wise, está muy marcada por su época, puesto que nos encontramos con destellos hasta de psicodelia, que desaparecen para la versión del 2021. El gran musical también está hecho de las excepcionales letras del gran Stephen Sondheim, las cuales se hilvanan a la perfección con los propósitos musicales y dramáticos de la historia.

Steven Spielberg entregó en el 2021 su propia visión del relato y homenajeo a West Side Story, dando a Rita Moreno (ícono de la versión original), un nuevo papel dentro de la historia, con diálogos nuevos y reflexivos en momentos clave dentro del filme. Así, Spielberg logra reformular la narración hacia un sentido mucho más profundo pues, además de redondear la personalidad y el propósito de los personajes, deja claro el mensaje que más necesitamos rescatar de la obra en estos momentos: la guerra es un gran absurdo.

Esto también es evidente en “Something’s Coming”, utilizada en la película del 61 como una canción para el momento en que Anton, el protagonista, está emocionado porque predice una gran noche de fiesta; mientras que Tony Kushner, el guionista de Spielberg (mismo con el que este escribió Munich), reconstruye el sentido de la pieza, dando a Anton una escena en la que este predice un futuro feliz para sí, con una vida libre de crimen y de los pleitos clásicos de su barrio. También vemos que, si bien en el West Side Story del 61 sentimos un aire de cinismo por los personajes cuando estos interpretan “Cool”, dibujando una escena en la que necesitan fingir su crimen ante los policías; mientras que en la del 2021 vemos una verdadera bifurcación entre la necesidad de combatir y el dolor por la imposibilidad de evitar la tragedia.

 

 

En fin, la reconfiguración de Spielberg es brillante, y esta película es una gran lección de lo que hace a un artista más que completo: cantantes que también sabe bailar y actuar, moverse con cámaras. Es fascinante.

West Side Story (2021) está nominada al Oscar 2022 por Mejor Película, Mejor Actriz de Reparto, Mejor Director, Mejor Fotografía, Mejor Diseño de Producción, Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Sonido. ¡Se merece ganar todas!

Leonard Bernstein cambió la historia del jazz

Si bien Leonard Bernstein recorrió distintas músicas, los amantes del jazz le debemos mucho. Fue un héroe del piano, la dirección, la composición y la educación musical; jugó un papel fundamental para que el jazz comenzara a ser considerado un arte formal. Esto ha causado controversia, porque muchos han dicho que ”un blanco no tiene por qué venir a rescatar a los negros”; sin embargo, en un mundo de tanto odio, racismo y segregación, como lo fueron los Estados Unidos desde los comienzos de la esclavitud hasta mediados del siglo XX (y a veces incluso hasta hoy), es no únicamente importante, sino también un acto de amor a la igualdad y al arte, el señalar a Bernstein como una figura cuyo esfuerzo se permeó en el imaginario colectivo de Estados Unidos para que se comprendiera la importancia del jazz, a diferencia de Francia, el único lugar del mundo donde el jazz sí fue reconocido por los críticos, desde los años 30, como una nueva forma artística.

Parte de lo que hizo Bernstein fue explicarnos qué es el jazz, y no de manera ambigua como varios suelen hacerlo (lo sé porque he entrevistado a más de 50 talentos internacionales): “el jazz es libertad”, “el jazz es improvisar”… Ok sí, pero ¿qué es el jazz? ¡Necesitamos saber qué es el jazz para poder entenderlo! Bernstein te explica los elementos que debe cumplir la música para que sea llamada como tal: el ritmo, la melodía, la armonía, timbres y posibles combinaciones. Hasta la fecha, cuando alguien duda sobre la definición del jazz, les sigo enviando este video (cuya transcripción se encuentra en un capítulo del libro The Joy of Music, 1959, de Leonard Bernstein):

 

 

En efecto, la lucha de Bernstein, junto a la de muchos otros músicos de jazz por ser reconocidos como un arte formal, además de exigir derechos humanos para todos, dieron lugar a la famosa idea de que “el jazz es la música clásica de América”.